Yoshitaka Fujii
Yoshitaka Fujii fue un investigador japonés en el área de la anestesiología.
Antecedentes
Fujii se graduó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tokai en 1987 y posee una maestría. Asistió a la Escuela de Graduados de Ciencias Médicas y Odontológicas, de la Universidad de Medicina y Odontología de Tokio, donde se especializó en anestesiología y recibió su doctorado en 1991.
Pasó dos años en Canadá como investigador en el Royal Victoria Hospital, de la Universidad McGill, antes de asumir un puesto de facultad en el Instituto de Medicina Clínica de la Universidad de Tsukuba en 1997. Se unió a la facultad de la Universidad de Toho en 2005. El tema principal de sus publicaciones de investigación eran ensayos clínicos de medicamentos para tratar las náuseas y los vómitos que a menudo ocurren después de la cirugía.
El fraude y la caída
Fujii cayó en desgracia cuando en 2012 se descubrió que había fabricado datos en al menos 183 artículos científicos, estableciendo lo que se supone que es un récord mundial por el número de documentos, de un solo autor, que fueron retractados.
Fujii aparentemente comenzó a publicar datos falsificados en 1993. Las primeras acusaciones publicadas de fraude en la investigación aparecieron en el año 2000 en una carta al editor de la revista Anesthesia & Analgesia enviada por Peter Kranke, Christian Apfel y otros. La carta cuestionó los hallazgos reportados de Fujii con respecto a la efectividad del granisetrón en el control de las náuseas y vómitos posquirúrgicos, caracterizando los datos reportados en 47 artículos como 'increíblemente agradables'. Declararon que 'nos volvimos escépticos cuando nos dimos cuenta de que los efectos secundarios eran casi siempre idénticos en todos grupos'. Un artículo publicado por el mismo grupo en 2001 en el Acta Anaesthesiologica Scandinavica informó 'discrepancias consistentes' entre los datos de Fujii y los hallazgos de otros investigadores sobre la eficacia del granisetrón.
En 2001 los autores anteriores y otros publicaron un metaanálisis donde ponían en evidencia las investigaciones de Fujii pero de forma muy indirecta y polite, sin nombrar específicamente al científico, insinuando que alguien estaba fabricando datos en el campo de investigación estudiado, pero para colmo, un editorial dentro del mismo volumen de la revista criticó duramente debilidades encontradas en el metaanálisis, diezmando el potencial impacto que los hallazgos podrían haber tenido, pasando prácticamente inadvertidos.[1]
Fujii desestimó las críticas a su trabajo, insistiendo en que sus resultados eran 'verdaderos' y preguntando '¿Cuánta evidencia se requiere para proporcionar pruebas adecuadas?' Apfel escribió a la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. La Agencia de Dispositivos Médicos y a la Sociedad Japonesa de Anestesiólogos para alertarlos sobre la posible falta de fiabilidad de los resultados de Fujii, pero no recibió ninguna respuesta. No se solicitó ninguna revisión institucional de la investigación de Fujii y las revistas continuaron aceptando nuevos trabajos presentados por Fujii.
Según Ken Takamatsu, decano de la facultad de medicina de la universidad, Fujii le dijo al comité de investigación de Toho que había eliminado los datos experimentales de todos los estudios que se estaban cuestionando, pero afirmó que no habían sido inventados.[2]
Los editores de Anesthesia & Analgesia no hicieron un seguimiento de las acusaciones de fraude contra Fujii hasta aproximadamente el año 2010, cuando su editor y los editores de varias otras revistas comenzaron una investigación coordinada sobre la integridad de las publicaciones científicas de Fujii después de que el editor de la revista Anesthesia expresara nuevas preocupaciones. En marzo de 2012, el editor de Anesthesia & Analgesia reconoció que la respuesta de la revista a las acusaciones hechas en el 2000 había sido 'inadecuada'.
En abril de 2012, los editores de 23 revistas científicas solicitaron públicamente una investigación sobre el trabajo de Fujii por parte de las siete instituciones japonesas nombradas como afiliaciones en sus artículos publicados. Un comité de la Sociedad Japonesa de Anestesiólogos, encabezado por Koji Sumikawa de la Universidad de Nagasaki, realizó un examen de 212 de los 249 documentos acreditados a Fujii. El comité entrevistó a los coautores enumerados por Fujii y otras personas que habían participado en la investigación del fraudulento investigador. Los miembros del comité también intentaron obtener y revisar cuadernos de laboratorio, registros de pacientes y otros datos sin procesar de sus estudios.
El 29 de junio de 2012, el comité informó haber encontrado que un total de 172 documentos contenían datos fabricados. De estos, se determinó que 126 documentos fueron 'totalmente sacados del "sombrero de mago"'. El informe decía: 'Es como si alguien se sentara en un escritorio y escribiera una novela sobre una idea de investigación'. El comité encontró que tres de los 212 documentos eran válidos. Para 37 de los 212 documentos, el comité no pudo determinar si los datos habían sido fabricados.[3]
Lugar de honor
Fujii tiene el dudoso honor de ocupar el primer lugar del top 32 de científicos fraudulentos con un gran total de 183 artículos retractados.[4] Le arrebató el puesto a otro anestesiólogo, Joachim Boldt de Alemania, autor de alrededor de 97 artículos que fueron retractados.
Referencias y ligas externas
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