William Lilly
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William Lilly | |
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Información Biográfica | |
País |
![]() Reino Unido
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Lugar |
Diseworth, Leicestershire |
F. de Nacimiento |
1 de mayo de 1601 |
Fallecimiento |
9 de junio de 1681 |
Información Personal | |
Ocupación |
Astrólogo y charlatán |
William Lilly ha sido descrito como "el más abusado, así como el más célebre astrólogo del siglo XVII ".
Antecedentes
Lilly consiguió su fortuna al casarse con la viuda de su antiguo maestro, lo que le permitió el tiempo libre para estudiar astrología. En 1644, durante la Guerra Civil Inglesa, publicó el primero de muchos textos astrológicos populares, y en 1647 publicó Astrología cristiana (Christian Astrology), un enorme compendio de técnica astrológica. Este fue el primer libro de su tipo en ser impreso en el idioma inglés en vez del latín.
Alrededor de 1659, la fama de Lilly fue ampliamente reconocida y su almanaque anual estaba logrando ventas de alrededor de 30,000 ejemplares al año.
Tras la revolución científica de los siglos XVI y XVII, mientras los astrónomos admitieron los nuevos cambios en la concepción del mundo, los astrólogos no se dieron por enterados y algunos de ellos continuaron haciendo grandes negocios llegando a ser muy célebres entre las sociedades de la época, algo parecido a nuestros adivinos televisivos de hoy en día.
La venta de almanaques astrológicos y la astrología horaria (elaboración de horóscopos para hechos particulares que ocurrían en un momento determinado) eran los productos más solicitados. Una de las actividades más provechosas de Lilly fue la investigación astrológica de crímenes. Con el estudio del horóscopo del momento y lugar exacto del crimen, este adivino podía decir si un objeto había sido robado o había “desaparecido espontáneamente”, la edad y el sexo del ladrón, incluso la longitud y quizá la inicial del nombre de pila del ladrón, aunque no el nombre completo (Lilly era consciente del peligro que corría al proporcionar pronósticos cuya veracidad fuesen fácilmente comprobables). Como era de esperar, no se libró de ir a juicio por ejercer unas prácticas adivinatorias tan peligrosas como lucrativas.