Wanderanekdoten
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Wanderanekdoten (o anécdotas errantes o vagabundas) es el término que usan los alemanes para definir ciertos sucesos y frases falsas que se repiten en diferentes épocas y países.
Muchas frases atribuidas a grandes personajes de la historia son en realidad apócrifas. La exaltación nacionalista a través de un héroe, la propaganda, la simple distorsión histórica, el deseo de difamación, la desinformación e incluso las malas traducciones son, por lo regular, origen del fenómeno.
Algunas de estas frases apócrifas pudieron tener origen en fiestas, tertulias u otros acontecimientos sociales. Las naciones también tienden a fabricar la Historia a su medida con sentencias y acontecimientos que nunca ocurrieron pero que sirven a sus intereses. En otros casos fueron la ideología o la lucha de clases las que engendraron frases históricas o las atribuyeron a falsos protagonistas.
Ejemplos históricos
Los siguientes son ejemplos de citas que los historiadores han desestimado como falsas.
Clarence Darrow (1857-1938)
- Frase: Es intolerante que las escuelas públicas enseñen solo una teoría de los orígenes.
De acuerdo con muchos creacionistas, e incluso no creacionistas, el famoso abogado Clarence Darrow pronunció esta frase en el célebre caso del Juicio del mono en Tennessee, Estados Unidos, en 1925.
Esta cita, de dudosa autenticidad y muy posiblemente apócrifa, se ha convertido en una de las favoritas de los creacionistas. Aparece en docenas de artículos y libros y fue citado en informes de noticias de la audiencia en la Corte Suprema de la ley de ciencia de la creación de Louisiana. Los creacionistas usan la cita como apoyo para su enfoque de los 'dos modelos' o del 'tratamiento equilibrado'. Después de todo, argumentan triunfalmente, incluso Darrow solo quería permitir que se enseñaran ambas 'teorías' o 'modelos' y se dio cuenta de que sería injusto no permitir que ambas partes se escuchen en el aula de clases. El deseo de los creacionistas es simplemente intentar corregir este monopolio injusto haciendo lo que el propio Darrow instó: permitir que se escuche la teoría opuesta.
Los creacionistas repiten esta supuesta frase de Darrow sin citar ninguna referencia. En general, afirman o implican que Darrow hizo la cita durante el juicio en sí, dando la impresión de que es un hecho bien conocido e indiscutible. Sin embargo, una cosa está clara: Darrow no dijo nada de eso durante el juicio, al menos no según la transcripción casi oficial, no editada y publicada de todo el proceso, el libro de 1925 The World's Most Famous Court Trial ('El juicio judicial más famoso del mundo') (National Book Company). Se dice que el estenógrafo haya omitido algunas palabras, ya que había un ruido y una emoción considerables durante el juicio, y parte de él se mantuvo al aire libre cuando hizo un calor casi intolerable, pero parece muy improbable que se haya omitido tal declaración de la transcripción completa en la versión publicada y considerada autorizada por los estudiosos.
John Adams (1735-1826)
- Frase: Éste sería el mejor de los mundos posibles si no existiera la religión en él
Aunque las organizaciones ateas gustan de emplear de esta cita con el fin de mostrar al segundo Presidente de los Estados Unidos como un librepensador, la realidad es que ignoran que es un caso de contextomía (citar fuera de contexto). Adams efectivamente hizo la declaración, pero sólo para repudiarla.
En una carta a Thomas Jefferson acerca de la religión, el 19 de abril de 1817, mencionó la lectura de algunos libros polémicos que le recordaban la manera en que su ministro de la infancia, Lemuel Bryant, y su maestro de escuela América, Joseph Cleverly, solían argumentar ad nauseam acerca de la religión, y le dijo a Jefferson: "Veinte veces, en el curso de mi conferencia, he estado a punto de estallar y decir que '¡éste sería el mejor de los mundos posibles, si no existiera la religión en él!' Pero en esta exclamación, yo sería tan fanático como Bryant o Cleverly. Sin religión, este mundo sería algo que no merece ser mencionado en compañía pública, es decir, sería el Infierno."
Décimo Junio Juvenal (60-128 d. C.)
- Frase: Men sana in corpore sano
(Mente sana en cuerpo sano). Esta cita de Juvenal es mucho más imperativa tal y como en verdad la dijo: "Orandum este ut sit mens sana in corpore sano" (Sería deseable que una mente sana habitase en un cuerpo sano).
Julio César (100-44 a. C.)
- Frase: Et tu, Brute?
Las últimas palabras de César no están establecidas realmente, y hay una polémica en torno a las mismas, siendo las más conocidas:
- Καὶ σὺ τέκνον. Kai sy, teknon? (en griego: ‘¿tú también, hijo mío?’). Suetonio.
- Tu quoque, Brute, filii mei! (traducción al latín de la frase anterior: ‘¡Tú también, Bruto, hijo mío!’).
- Et tu, Brute? (Latín, ‘¿Tú también, Bruto?’, versión inmortalizada en la pieza de Shakespeare).
Plutarco nos cuenta que no dijo nada, sino que se cubrió la cabeza con la toga tras ver a Bruto entre sus agresores. Aunque habría que hacerse la pregunta: ¿César habría tenido el aire y el tiempo de proferir una frase inteligible mientras era acuchillado repetidas veces?
Sócrates (470-399 a. C.)
- Frase: Los jóvenes de hoy son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida y faltan al respeto a sus maestros
En realidad, la cita es mucho más reciente, Data de 1953 y aparece en el libro Personality and adjustment, de William Lovell Patty y Louise S. Johnson.
Maquiavelo (1469-1527)
- Frase: El fin justifica los medios
De Maquiavelo, esta frase es la más enraizada en la historia política de muchos países. En su obra "El Príncipe" lo que escribió fue que si el monarca tiene el cuidado de conservar el Estado, "los medios serán siempre estimados, honorables y aplaudidos". Sin embargo, la frase "mejor que la ciudad esté podrida que perdida", adjudicada a Cosme de Médicis, si es de Maquiavelo.
Francisco I de Francia (1494-1547)
- Frase: Todo se ha perdido menos el honor
esta sentencia del rey de Francia que supuestamente aparece en la carta que remitió a su madre tras haber sido derrotado por por el emperador Carlos I en Pavía (1525), es una versión corta de otra frase que decía: "De todas las cosas, no he conservado más que el honor y la vida, que se han salvado"
Galileo Galilei (1564–1642)
- Frase: Eppur si muove!
Tras publicar Diálogo, Galileo fue acusado por la Iglesia de herejía, por defender el modelo copernicano de que era la Tierra, y no al revés, la que se movía alrededor del Sol. A los 70 años, Galileo fue obligado por el Vaticano a presentarse en Roma. Estando allá, fue alojado como estudioso en la embajada romana del gran duque de Toscana.
Aunque para aplacar las iras de la Inquisición aceptó haber hecho propaganda de la teoría copernicana, Galileo fue considerado "sospechoso de herejía", quedando bajo arresto domiciliario el resto de su vida. Siempre se afirmó que su famosa frase "¡y sin embargo se mueve! la dijo cuando escuchó la sentencia. La realidad es que no existe evidencia documental de aquella frase. Además, un comentario de ese tipo, aún si fuese proferido en un murmullo, le habría costado tortura y muerte.
Se cree que la frase pudo haber sido inventada por sus seguidores en un intento de demostrar su valor y fe inquebrantable en la Ciencia.
Luis XIV de Francia (1638–1715)
- Frase: L'État, c'est moi
"El Estado soy yo" es una frase atribuida a Luis XIV quien la dijo en el Parlamento el 13 de abril de 1655 y se interpreta en el sentido de identificar al rey con el Estado, en el contexto de la monarquía absoluta. Continúa empleándose como esencia del concepto de absolutismo. La verdad histórica detrás de esa cita es que nunca fue dicha por el monarca. Tal frase no consta en las actas de las reuniones del Parlamento francés.
Parece más probable que la frase fuera forjada por sus enemigos políticos para resaltar la visión estereotipada del absolutismo que Luis representaba, quizá a partir de un retorcimiento de la cita "El bien del Estado es la Gloria del Rey", proveniente de sus Réflexions sur le métier de Roi (1679). Contrariamente, Luis XIV dijo en su lecho de muerte (1715): «Je m'en vais, mais l'État demeurera toujours» ("Me marcho, pero el Estado siempre permanecerá"). En realidad, parece que se consideraba a sí mismo como disociado del Estado y su primer servidor.
Lo que Luis sí escribió fue que la razón del Estado es el principio más elevado para un rey, quien debe ser un modelo para su pueblo.
Voltaire (1694–1778)
- Frase: Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo
La frase jamás la escribió o pronunció François Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire. Fue escrita por la escritora británica Evelyn Beatrice Hall (1868-1939), que empleó el seudónimo Stephen G. Tallentyre, para el libro Los amigos de Voltaire (The Friends of Voltaire, 1906).
Luis XV de Francia (1710–1774)
- Frase: 'Aprés moi, le déluge
"Después de mí, el diluvio". Es más probable que la frase fuera pronunciada por su amante, Madame de Pompadour.
María Antonieta (1755-1793)
- Frase: 'Qu’ils mangent de la brioche
Ya en proceso de desatarse la Revolución Francesa, se difundió una frase que, supuestamente, había pronunciado María Antonieta. Se contó que, cuando la gente del pueblo, a falta de harina y trigo para preparar pan, fue a Versalles a encararse con ella, ésta habría respondido altaneramente con la frase: «Que coman pasteles». Este supuesto hecho causó un gran enojo en el pueblo y contribuyó a que aumentara el odio que éste sentía hacia la Reina.
Hay muchas versiones que señalan por qué razón María Antonieta habría dicho tal frase. Sin embargo, ya el filósofo contemporáneo Jean-Jacques Rousseau confirma en las Confesiones (Les Confessions, 1770) que la frase no fue proferida por ella, sino por otra reina anterior, María Teresa de Austria (esposa de Luis XIV); la frase original era «S'il ait aucun pain, donnez-leur la croûte au lieu du pâté» («Si no tienen pan, que les den el hojaldre en lugar del paté»).
Según el biógrafo Stefan Zweig, no hay duda de que esta frase se atribuyó de forma falsa a María Antonieta, y que quien realmente pronunció algo parecido en la misma época, fue una de las tías de la Reina e hijas de Luis XV, que ante las noticias recibidas de que el pueblo pedía pan, apostilló «si no tienen pan, que coman costra de pastel».
Ejemplos de la ficción
Los siguientes son ejemplos de citas que no aparecen dichas por personajes en la obra original de un autor.
Don Quijote
- Frase: Con la Iglesia hemos topado
En realidad, Cervantes escribió en el capítulo IX: Con la Iglesia hemos dado, Sancho cuando el Quijote y su escudero ven en la sombra una torre que no es el alcázar sino la iglesia principal del pueblo en el Toboso. Suena muy parecida pero carece del tono anticlerical.
- Frase: Ladran Sancho, señal de que cabalgamos
Es sin duda, la frase más citada que adjudican a Cervantes en su magna obra “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”. En dicha obra, cabe resaltar que en ninguna de sus páginas se encuentra dicha frase; de hecho, ni siquiera hay una frase que se le parezca o de la que pudiera inferirse.
La frase es de Johann Wolfgang von Goethe y aparece en su poema "Kläffer" (Ladrador, 1808). La parte del poema de Goethe donde aparece la frase:
Kläffer (1808) | Ladrador (1808) |
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Wir reiten in die Kreuz und Quer Nach Freuden und Geschäften; |
Cabalgamos por el mundo En busca de fortuna y de placeres |
Cine
- Frase: "Play it again, Sam." ("Tócala otra vez, Sam")
La línea real en la famosa película de la Segunda Guerra Mundial de la Warner Brothers, Casablanca (Michael Curtiz, 1943), es simplemente, "Play it, Sam. Play 'As Time Goes By.'". ("Tócala, Sam. Toca 'As Time Goes By'")...[1]
El problema es que dicha frase fue pronunciada por Ingrid Bergman (Ilse), no por Humphrey Bogart (Rick), al pianista y cantante Dooley Wilson (Sam). Pero Sam, en realidad, no la tocó, sólo la cantó. Esto es porque Wilson no podía tocar el piano, y el acompañamiento de la canción fue regrabada en post producción.[2]
Referencias y ligas externas
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