Terapia quelante
| Pseudoterapias |
 |
| en medicina |
La terapia quelante, según sus proponentes, mejora la salud reduciendo la carga normal de calcio y metales e incrementando el nivel de minerales como el magnesio y el potasio. Esto mejora la función individual de las células y los sistemas enzimáticos que son las bases para la salud y la vitalidad. Dos de sus defensores son los charlatanes Jenny McCarthy y Gary Null.
La terapia de quelación, como también se le conoce, implica la administración terapéutica de agentes quelantes para tratar el envenenamiento tóxico por metales pesados. Estos agentes quelantes se utilizan para eliminar los metales pesados del cuerpo en casos de sobredosis, envenenamiento o acumulación.
La pseudociencia detrás de la "terapia de quelación" es que se puede tratar la aterosclerosis y la arterioesclerosis, la insuficiencia vascular cerebral, el autismo, etc.; lo cual es mentira. Además, afirman falsamente que se han reportado beneficios también en diabetes, artritis y otras enfermedades.
Las organizaciones que venden esta anticiencia afirman que la terapia quelante comenzó en los años ochenta en Estados Unidos y la URSS, Europa y más tarde en Brasil. Ya a mediados del ochenta había en USA más de 300,000 pacientes tratados y hoy en el mundo suman millones.
Refutación
Las personas continúan exponiéndose a metales pesados en el ambiente. En algunas áreas, los metales contaminan el agua y alimentos. Los metales también se filtran de utensilios y recipientes para alimentos. La era industrial y la minería a gran escala trajeron consigo enfermedades ocupacionales causadas por metales tóxicos. Otras fuentes de exposición peligrosa son los componentes metálicos de plaguicidas y agentes terapéuticos (como los antimicrobianos). La combustión de materiales fósiles que contienen metales pesados, además del plomo tetraetílico que se agrega a las gasolinas y el número mayor de aplicaciones industriales de estos materiales han hecho de la contaminación ambiental la causa más importante de los casos de intoxicación por metales pesados.
Los metales pesados ejercen sus efectos tóxicos al combinarse con uno o más grupos reactivos (ligandos) esenciales para las funciones fisiológicas normales. Los quelantes son antagonistas de metales pesados que han sido ideados y obtenidos específicamente para competir con ellos y así evitar o revertir los efectos tóxicos y acelerar la excreción de estas sustancias. Los metales pesados, en particular los de la serie transicional, pueden reaccionar dentro del cuerpo con ligandos que contienen oxígeno, azufre y nitrógeno.
Quelación
Sólo a veces está justificado el tratamiento de la exposición a metales tóxicos por agentes quelantes, con el fin de evitar toxicidad o revertirla, y por ende permanece como un tema de importancia, en particular para metales que son acumulativos y persistentes (por ejemplo, el plomo). Empero, debe recalcarse que la quelación sólo es una alternativa secundaria para la reducción de exposiciones a metales tóxicos o la prevención de las mismas. No existe otra indicación en la literatura médica ni farmacológica.
Los quelantes son fármacos, por lo que también poseen efectos secundarios. El 23 de agosto de 2005, el niño de 5 años, Abubakar Tariq Nadama, falleció tras una aplicación de EDTA para tratar su autismo. (Véase Artículos sobre el autismo).
Quelatos
Un quelato es un complejo formado entre un metal y un quelante. La estabilidad de los quelatos varía según el metal y los átomos del ligando. Por ejemplo, el plomo y el mercurio tienen mayor afinidad por el azufre y el nitrógeno que por ligandos de oxígeno; sin embargo, el calcio tiene una mayor afinidad por el oxígeno que por el azufre y el nitrógeno. Estas diferencias en afinidad constituyen las bases de la selectividad de acción de un quelante en el organismo.
La eficacia de un quelante para tratar una intoxicación por metal pesado depende de varios factores, como son: la afinidad relativa del quelante por el metal pesado en comparación con los metales corporales esenciales, la distribución del quelante en el organismo y la capacidad del quelante para retirarlo del cuerpo una vez quelado.
El quelante ideal
Los quelantes ideales deben ser hidrosolubles, resistentes a la biotransformación, capaces de alcanzar sitios de almacenamiento de metales, y capaces de formar complejos no tóxicos con metales tóxicos y de ser excretados desde el organismo, han de tener afinidad baja por metales esenciales, en particular calcio y zinc.
El quelante ideal debería tener las propiedades siguientes:
- Muy soluble en agua
- Resistente a la biotransformación
- Capaz de llegar a sitios de depósito del metal
- Capaz de formar complejos no tóxicos con metales tóxicos
- Capaz de conservar la actividad quelante en el pH de los líquidos corporales
- Excreción fácil del quelato.
También es conveniente una baja afinidad por el calcio, porque este ion en plasma está disponible fácilmente para quelación, y un fármaco podría producir hipocalcemia, y posteriormente, tetania, a pesar de su gran afinidad por metales pesados. La propiedad más importante de un quelante terapéutico es una afinidad por el metal mayor que por los ligandos endógenos.
Fármacos usados
El ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), su sal sódica (edetato sódico, Na2EDTA) y diversos compuestos semejantes quelan muchos metales. La principal aplicación terapéutica de EDTA está en el tratamiento de la intoxicación por plomo.
Otra sustancia empleada en las terapias de quelación es la deferoxamina. Este fármaco se aísla, en la forma de un quelato férrico, de Streptomyces pilosus, y es tratado por métodos químicos para obtener el ligando sin metal. La deferoxamina ofrece las valiosas propiedades de una afinidad extraordinaria por el ion férrico con una afinidad muy baja por el calcio. La deferoxamina se emplea en situaciones de intoxicación intensa por hierro.
Conclusión
La terapía quelante debes ser recomendada por un médico especialista, un toxicólogo, por ejemplo, y según sea verdaderamente necesaria. Además deben seguirse unas reglas precisas de aplicación.
Los fármacos empleados no carecen de efectos secundarios que, cuando aparecen, debe instituirse una terapia proporcionada en un hospital.
Otras falsas terapias
|
|