Síndrome del único estudio

De Wiki Pseudociencias

Se conoce como síndrome del único estudio a la tendencia de ciertos comunicadores, escritores, periodistas, etc., a informar supuestos hallazgos en base a un solo estudio sin proporcionar ningún contexto para ellos. El síndrome del único estudio es engañoso y a menudo inútil y es similar a los videos en Youtube o artículos en la web donde se hace un abuso indiscriminado del click bait.

Éste síndrome es muy peligroso en el área biomédica porque las personas pueden a creer que lo que se reportó en los medios es ciento por ciento verdad, o que es aplicable para todos. En ocasiones, los miembros de los medios de comunicación sólo toman en cuenta "ese" estudio y no aquellos que lo refutan.

No siempre es un resultado de reporteros o periodistas perezosos; a veces, un genuino entusiasmo por el descubrimiento científico contribuye al síndrome del único estudio. En el mejor de los casos, tales historias emocionan a los lectores sobre el quehacer científico y los conectan con los investigadores y sus procesos, haciendo que la investigación compleja sea más accesible. En el peor de los casos, las historias del síndrome del único estudio hacen recomendaciones sobre la salud y el estilo de vida que carecen de pruebas sustanciales de su eficacia, haciéndolas inútiles y, a veces, incluso imprudentes.

Las debilidades de este enfoque pueden ir desde la aplicación de conclusiones de poblaciones pequeñas al mundo en general, a otorgar estatus de causa-efecto en las correlaciones observadas, e inclusive a omitir el hecho de que un avance científico ocurrió en ratones, no en humanos.[1]

Un ejemplo es el artículo OMFG: La ciencia dice que un vaso de vino tinto puede ser equivalente a una hora en el gimnasio.[2] En este caso tan atroz del síndrome del único estudio, una escritora se encontró con un estudio publicado en 2012 y decidió reformular torpemente sus hallazgos. En el estudio, los investigadores descubrieron que altas dosis de resveratrol, un compuesto natural que se encuentra en algunas frutas, nueces y en el vino tinto, mejora el rendimiento físico, la función cardíaca y la fuerza muscular... en ratas.[3]

La suplementación dietética durante el ejercicio, no en lugar del ejercicio, como sugiere la autora de la historia, mejora el rendimiento físico más allá del ejercicio solo, concluyeron los investigadores.

El estudio en sí es fascinante y contribuye a un creciente cuerpo de conocimiento sobre el papel del resveratrol en el rendimiento del ejercicio. Así es como funciona la ciencia; los investigadores ponen algo allí para participar en un diálogo. Sin el resto del guión, la línea de un solo personaje no tiene sentido.

El estudio sobre el resveratrol no respalda de ninguna manera la conclusión a la que llegó la escritora del artículo en Elitedaily, de que tomarse una copa de vino y relajarse es el equivalente a ejercitarse. De hecho, si hubiera mirado más abajo de la historia que encontró en Science Daily,[4] habría visto varios estudios más relacionados, incluido uno que encontró que el resveratrol bloquea muchos de los beneficios cardiovasculares del ejercicio.[5]

Ambos estudios, por supuesto, vienen con advertencias, ninguno de los cuales se mencionaron en el artículo de la autora, pero son importantes: los hallazgos del primer estudio solo se referían a las ratas, el segundo solo cuenta para hombres de alrededor de 65 años. En ambos estudios, los sujetos recibieron suplementos de resveratrol en dosis mucho más altas (hasta 250 miligramos de resveratrol por día) que las que se obtienen al consumir alimentos ricos en resveratrol. Un solo vaso de vino tinto (según la autora del artículo los beneficios solo provienen de un solo vaso) contiene alrededor de 0.3 a 2 miligramos de resveratrol.[6]

Conclusiones

Los nuevos estudios de investigación publicados en revistas científicas deben considerarse como debates entre científicos. En estas discusiones, casi nadie llega a tener la última palabra, ya que es raro que un estudio proporcione una respuesta final y completa.

Frustrados y confundidos por la enorme cantidad de información sobre alimentos y salud reportada hoy en día, muchas personas quieren certezas simples para ayudarlos a proteger su salud a través de la dieta. El problema es que los estudios individuales rara vez proporcionan tal certeza, aunque a menudo reciben grandes titulares.

El proceso científico es un camino de descubrimiento. Es el proceso de obtener conocimiento sobre el universo a través de la observación de evidencia medible. Contrario a lo que mucha gente cree, este camino no es una autopista recta y sin baches: los investigadores pueden tomar diferentes direcciones de exploración, bajando por rutas que giran, giran y algunas veces retroceden, o llegan a un callejón sin salida antes de que los hechos sean descubiertos. Incluso entonces, los hechos descubiertos pueden ser solo parte de un fenómeno mayor, parcialmente entendido, que requiere más investigación antes de llegar a respuestas más completas.[7]

Referencias y ligas externas

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  1. Oransky, Ivan (2015) «How Publish or Perish Promotes Inaccuracy in Science—and Journalism». AMA Journal of Ethics. December 2015, Volume 17, Number 12: 1172-1175. doi: 10.1001/journalofethics.2015.17.12.sect1-1512.
  2. Fern, Ashley (2014) «OMFG: Science Says A Glass Of Red Wine May Be Equivalent To An Hour At The Gym». Vía: elitedaily.com.
  3. V. W. Dolinsky, K. E. Jones, R. S. Sidhu, M. Haykowsky, M. P. Czubryt, T. Gordon, J. R. B. Dyck. (2012) «Improvements in skeletal muscle strength and cardiac function induced by resveratrol during exercise training contribute to enhanced exercise performance in rats». The Journal of Physiology; 590 (11): 2783 doi: 10.1113/jphysiol.2012.230490.
  4. Science News (2012) «Resveratrol may be natural exercise performance enhancer». Vía: sciencedaily.com.
  5. Science News (2013) «Too many antioxidants? Resveratrol blocks many cardiovascular benefits of exercise». Vía: sciencedaily.com.
  6. Beresini, Erin (2014) «Beware the Single-Study Story». Vía: outsideonline.com.
  7. EUFIC (2008) «Understanding scientific studies». Consejo Europeo de Alimentación e Información. Vía: eufic.org.