Rosa María Gonzálvez

De Wiki Pseudociencias
Víctimas de la religión
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Rosa María Gonzálvez
Religión ofensora
Autor (es)
Rosa González Fito
Causa
Supuesta posesión demoníaca
Fecha
Cómo
Destripamiento
Estatus
Fallecida

Rosa M. Gonzálvez que vivía en Almansa (pequeño municipio de Albacete, España), y que fue víctima de las prácticas de santería a que la sometieron su propia madre, conocida curandera de la ciudad, una hermana de ésta y dos vecinas de la familia. La niña Rosa falleció en lo que posteriormente se conocería como el Exorcismo de Almansa.

Según lo que se sabe, Rosa Gonzálvez Fito, la madre de la niña Rosa, quiso sacarle el demonio por el ano en una especie de exorcismo bizarro.

La madre de Rosa trabajaba como "sanadora" y gracias a sus prácticas pseudocientíficas ganaba buen dinero (pesetas en aquel tiempo). Preparaba brebajes y decía sanar por imposición de manos, incluso casos de cáncer. Su negocio fraudulento iba tan bien que su esposo Jesús Fernández Pina abandonó su trabajo para dedicarse a recepcionista de la sala de espera que tenían habilitada en la parte baja de su vivienda. Era Fernández quien concertaba las citas de los clientes de Rosa Gonzálvez Fito y realizaba los cobros a la gente que visitaba a su esposa.

Según periodistas de la época, la madre de la niña realmente creía tener poderes gracias al toque divino de Dios. La mujer conocía las propiedades de muchas plantas que ayudaban a paliar dolores del cuerpo humano, algo que pudo hacer que se fuese creyendo cada vez más sus propias mentiras y que el público confiara en sus supuestas virtudes de sanadora.

El 18 de septiembre, tres días después de haber iniciado una orgía lésbica con Mari Ángeles Rodríguez Espinilla, una vecina a la que Rosa (la madre), tuvo ésta la menstruación y Rosa creyó que estaba siendo poseída por Satanás y comenzó a darle patadas y puñetazos en el vientre. Debido a esto, y para que no la siguieran golpeando, Mari Ángeles decidió culpar a Rosita. Así pues, comenzó a gritar: «¡La niña está embarazada del diablo!». En ese instante, la madre cambió de objetivo, ordenó a sus dos acompañantes que sujetaran a la pequeña y decidió extraerle al ente desde el interior.

Rosa le introdujo dos dedos por el recto (algunas fuentes señalan que la vagina) de la niña y empezó a arrancarle las entrañas. Le metió el puño entero por el ano. Según comentaron en el juicio, la niña solo decía “Mamá acaba pronto”. La madre comenzó a gritar “Gloria a Dios” y “Sal cabrón”: La niña se desmayó a los pocos minutos. Cuando Rosa se sintió agotada de sacar las vísceras, le pidió a su amante, Mari Ángeles Rodríguez, que continuara haciéndolo. Los testigos recuerdan que, cada vez que salía un trozo de víscera del interior de la niña, gritaban “Otro demonio, hemos sacado otro. Esto no se acaba”.

Una vez muerta, la madre de rosita continuó extrayéndole las vísceras internas, hasta completar casi todos los órganos. Las únicas vísceras que los forenses encontraron fueron tres. Según algunos entrevistados, todo el proceso duró cerca de 25 minutos.

Las mujeres fueron arrestadas, interrogadas y juzgadas, sin embargo, la sentencia no fue la esperada. En primer lugar, se estableció que no podía ser probado que María Mercedes, la tía de la niña Rosa, hubiese participado activamente en la muerte de la niña, por lo que fue exonerada de todos los cargos. Por su parte, Rosa y Mari Ángeles evitaron la prisión porque fueron declaradas no responsables de los hechos sangrientos ya que se afirmó que sufrían de trastornos mentales. La opinión de algunos periodistas es diferente: "Ninguna de las tres mujeres tenía enfermedad mental alguna diagnosticada antes de los hechos".

Rosita tenía once años de edad al momento de su muerte.

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