Relación entre asbesto y cáncer (mito)
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Mito
El asbesto, en cualquier nivel de exposición, causa cáncer de pulmón.
Antecedentes
Probablemente el primer ejemplo de un pánico nacional o histeria colectiva nacional fue el de la supuesta capacidad de niveles muy bajos de exposición al asbesto (o amianto) de causar cáncer de pulmón.[1]
Asbesto es el nombre que se da a un grupo de minerales de origen natural que existen en el medio ambiente como manojos de fibras que pueden separarse en hilos delgados y duraderos. Estas fibras son resistentes al calor, al fuego y a las sustancias químicas y no conducen electricidad. Por estas razones, el asbesto se ha usado extensamente en muchas industrias.
Refutación
Todo el mundo se ve expuesto al asbesto alguna vez en su vida. Se pueden encontrar concentraciones bajas de asbesto en el aire, en el agua y en la tierra. Llegó incñluso a emplearse en la manufactura de lápices. Sin embargo, la mayoría de la gente no se enferma después de estar expuesta.
Las personas que sí se enferman casi siempre han estado expuestas en forma regular al asbesto, por lo general en su lugar de trabajo donde trabajan directamente con el material o por el contacto sustancial en el ambiente.
Químicamente, los minerales del asbesto son compuestos de silicato, lo que significa que contienen átomos de silicio y de oxígeno en su estructura molecular. Si una persona inhala altos niveles de asbestos, con el tiempo pueden acumularse en los pulmones y causar cicatrices e inflamación. Esto afecta la respiración.[2]
Tarde o temprano puede causar enfermedades como:
- Asbestosis, o excoriaciones en los pulmones, que a su vez dificultan la respiración
- Mesotelioma, un cáncer raro que afecta las membranas que recubren los pulmones o el abdomen. Se da en México en la industria automovilística en trabajadores de la manufactura de productos como las balatas de frenos. México importa las fibras de asbesto de Canadá, que no manufactura asbesto pero que sí lo exporta a muchos otros países a pesar de las muertes ocupacionales que produce.[3]
- Cáncer de pulmón.[4]
En el pasado, el asbesto fue ampliamente utilizado en la construcción como aislante, entre otros usos. En la década de 1970 se hizo evidente que los trabajadores (es decir, los mineros de asbesto) cuyo trabajo los había expuesto el año anterior a altos niveles de asbesto se encontraban en un riesgo mucho mayor de cáncer de pulmón (Whalen 1993). Casi al mismo tiempo, señaló que casas, escuelas y otros edificios en los que se habían utilizado materiales de asbesto estaban empezando a deteriorarse. Esta coincidencia llevó a temer que la exposición a niveles minúsculos, "no ocupacionales", de asbesto también pueden ser causa de cáncer de pulmón. El nivel de dicha exposición fue miles de veces menor que la observada en la exposición ocupacional. Este temor llevó al desarrollo de una enorme industria de eliminación de asbesto que se ofreció a retirar los materiales cargados con asbesto de edificios y reemplazarlos con materiales de construcción "limpios". La industria hizo afirmaciones extravagantes, incluyendo que "una sola fibra de asbesto puede matarte". Tales afirmaciones, sin duda no se basaban en ninguna evidencia científica y fueron claramente diseñadas para promover los beneficios del pánico y aumentar las ganancias. El pánico fue impulsado además por la Ley de Respuesta a Emergencias de Peligros por Asbesto (AFIERA. por sus siglas en inglés), la cual requiere que las escuelas sea inspeccionados en busca de asbesto y, si se encontraba algún indicio de ese material, los padres de los estudiantes serían notificados.[1] Se estimó el costo de la disminución de asbesto entre 53 y 150 millones de dólares.[5]
Irónicamente, como suele ser cierto en casos de histeria colectiva nacional, la cura aquí fue peor que la enfermedad. En realidad nunca hubo ninguna enfermedad de que preocuparse en el primer lugar. Si bien, como se ha señalado, muy altos niveles de exposición al asbesto en personas que trabajan con él en sus ocupaciones pueden conducir a cáncer de pulmón, el nivel de exposición en los edificios que se han construido con materiales de asbesto es trivial. Mossman y colegas revisaron los estudios epidemiológicos sobre dicha exposición y concluyeron que el riesgo de tal exposición es "minúsculo" Por ejemplo, jugar al fútbol en la escuela secundaria conlleva un riesgo de muerte que es, como mínimo, 107 veces mayor que la exposición al asbesto en la escuela. El riesgo de morir a causa de un accidente en el hogar, en edades que van entre uno y catorce años de edad es 645 veces mayor. Por último, el riesgo de morir de cáncer de pulmón causado por el tabaquismo prolongado, es casi 13,000 veces mayor que el de la exposición al asbesto. Para empeorar las cosas, el retiro del asbesto de los edificios creó un nuevo grupo en situación de riesgo... los trabajadores que tuvieron que eliminar realmente el asbesto.[1]
El pánico del asbesto muestra varias características de los casos de histeria colectiva nacional que le siguieron. Una verdadera enfermedad (cáncer de pulmón) llegó a ser ligada, no a través de una evaluación científica, sino por una especie de mecanismo de "culpabilidad por asociación", con un agente medioambiental bastante común y previamente aceptado. Una vez aceptada esta asociación, los medios de comunicación promocionó la historia, alimentando el pánico, tanto como tirar gasolina al fuego, al tiempo que se afirma estar tratando de apagarlo.
Único en el caso del asbesto, una industria surgió para eliminar el material que en realidad no estaba causando problemas. Como se verá, esto generalmente no fue una posibilidad con varios pánicos posteriores. Ciertamente no es único al caso del asbesto, pero aparecieron abogados y acciones civiles de responsabilidad presentadas a diestra y siniestra. Pero aquí no estaban tan bien organizados como lo lograrían en casos posteriores. Por supuesto, los pánicos crecen rápidamente, mientras que la buena ciencia necesita de años para ser tomada en cuenta. Por lo tanto, en el momento en que quedó claro, a partir de estudios epidemiológicos que la exposición a bajos niveles de asbesto era básicamente inofensiva, miles de millones de dólares se habían gastado en los procedimientos de atenuación, y quién sabe cuántas horas se habían desperdiciado que pudieron haberse aprovechado en investigación que habría sido mucho más productiva en examinar cuestiones médicas más importantes.
Véase también
- Histeria colectiva
- Hipocondría temporal colectiva
- Síndrome del edificio enfermo
- Teléfonos celulares y cáncer
Referencias y ligas externas
(Nota de la administración) Algunas ligas podrían estar rotas o algunos videos pueden haber sido eliminados.
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