Pseudocientífico
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El moderno pseudocientífico se encuentra totalmente fuera de los canales científicos, estrechamente integrados, a través de los cuales se introducen y evalúan nuevas ideas. Trabaja de manera aislada. No envía sus conclusiones a las revistas reconocidas, o si lo hace, son rechazadas por razones que, en la gran mayoría de los casos, están bien fundamentadas.
En la mayoría de los casos, el pseudocientífico no está lo suficientemente bien informado como para escribir una tesis o trabajo con algún parecido superficial a un estudio significativo. Como consecuencia de ello, se encuentra excluido de las revistas y las sociedades científicas, y son casi universalmente ignorados por los trabajadores competentes en su campo. De hecho, el científico de renombre ni siquiera sabe de la existencia de un pseudocientífico a menos que su trabajo reciba amplia publicidad a través de canales no académicos, o a menos que el científico tenga como afición el coleccionar la literatura pseudocientífica ya sea para desmentirla o para mostrarla como ejemplo en sus clases.
Los excéntricos pseudocientíficos se ven obligados, por lo tanto, al pasear por caminos solitarios. Hacen discursos ante organismos que ellos mismos han fundado (Discovery Institute), contribuyen a revistas que ellos mismos editan, y -hasta recientemente- publican libros sólo cuando ellos o sus seguidores pueden obtener los fondos suficientes para su impresión en privado (Of Pandas and People).
Paranoia autoinducida
Una segunda característica del pseudocientífico, que refuerza considerablemente su aislamiento, es una tendencia a la paranoia autoinducida (hoy llamada trastorno delirante). Esta es una condición mental (por citar un reciente libro de texto) "marcada por un desarrollo gradual de delirios, crónicos, sistematizados, sin alucinaciones y con poca tendencia hacia el deterioro, remisión o recuperación." Hay un gran desacuerdo entre los psiquiatras acerca de las causas de la paranoia. Incluso si esto no fuera así, es evidente que no está dentro de nuestro alcance discutir los posibles orígenes de los rasgos paranoides en casos individuales.
Es fácil de entender, sin embargo, que un fuerte sentido de la grandeza personal debe estar involucrada siempre que un pseudocientífico se coloca en oposición a cada autoridad reconocida en su campo.
Si un autoproclamado científico está racionalizando sus fuertes convicciones religiosas, como a menudo es el caso, sus centros impusores paranoides pueden ser reducidos al mínimo. El deseo de reforzar las creencias religiosas con la ciencia puede ser un motivo poderoso. Por ejemplo, con George McCready Price, el mayor de los oponentes modernos de la evolución, se nota que su devota fe en los Adventistas del Séptimo Día es una explicación suficiente para sus curiosos puntos de vista geológicos. Pero incluso en estos casos, un elemento de paranoia está casi siempre presente. De lo contrario, el pseudocientífico carecería de la resistencia para luchar una vigorosa batalla, con una sola mano, contra tales probabilidades abrumadoras. Si el pseudocientífico no es sincero -es decir, si sólo está interesado en ganar dinero, llevar a cabo un engaño, o ambos- entonces, evidentemente, la paranoia no tiene por qué entrar en su modo se ser y actuar. Sin embargo, hay muchos casos de este tipo.
Características de los pseudocientíficos
Hay cinco formas con las cuales las tendencias paranoides de los pseudocientíficos sinceros son susceptibles de ser exhibidos.
Tal y como luego lo estructuró en Fads And Fallacies In The Name Of Science, para Martin Gardner, el pseudocientífico sincero encaja en una, o más, de las siguientes características:
1.El pseudocientífico sincero se considera a si mismo como un genio.
Ejemplo: El Dr Ryke Geerd Hamer, padre de la Nueva Medicina Germánica, es un genio que ha revolucionado lo que sabemos sobre el origen y el tratamiento de las enfermedades, especialmente del cáncer.
2.El pseudocientífico sincero tacha al resto de científicos de ignorantes de mente cerrada. Además, si la comunidad científica lo ignora, lo toma como una prueba de que sus argumentos son irrefutables, pero si le atacan, esto refuerza su ilusión de que está en una batalla contra canallas.
Ejemplo: Los astrónomos de mente cerrada no pueden aceptar que existe una relación entre las estrellas y los asuntos terrenales, cuanto más se ataque a la astrología, más fuerte será... O los científicos de mente estrecha no son capaces de ver que la mente puede dominar la materia.
3.El pseudocientífico sincero piensa que la comunidad científica lo persigue y lo discrimina injustamente. A sus ojos, sus artículos son censurados y, por lo tanto, nunca ven la luz en publicaciones especializadas, sus libros son ignorados o son revisados por sus enemigos. Todo esto forma parte de un complot y nunca piensa que esas críticas pueden ser justas y que su trabajo puede contener errores. Se considera otro Galileo, perseguido por la autoridad científica establecida.
Ejemplo: Existen tecnologías para producir energía barata y abundante (energía del punto cero, fusión fría, etc.), pero las grandes corporaciones petrolíferas, o el establishment científico, presionan para que estos descubrimientos fundamentales y revolucionarios no salgan a la luz...
4.El pseudocientífico sincero tiene una fuerte inclinación a atacar a los científicos más renombrados o a las teorías mejor establecidas y soportadas por pruebas y evidencias.
Ejemplo: Los creacionistas de la Tierra Joven perjurarán que todas las dataciones radiométricas están equivocadas y que, por lo tanto, la evolución es imposible.
5.El pseudocientífico sincero, frecuentemente, tiene una tendencia a escribir en una jerga compleja, en muchos casos usando términos y frases que el mismo ha inventado.[1]
Ejemplo: Excel-sis Cells es una parte fundamental en la ecuación de la reingeniería de la salud manejada en la medicina espacial. Su rico contenido de aminoácidos esenciales y no esenciales, así como de vitaminas, minerales, ácidos grasos, proteínas y una generosa cantidad de clorofila, juegan una ecuación equilibrada cuando se combinan con nuestra coenzima graduada llamada Ubidecaronina balanceada molecularmente en su valencia para que conjuntamente con la coenzima de Oxido Nítrico Sintasa y el aminoácido arginina dar inicio a la maravilla biológica de la regeneración de la vida, que es el aumento sustancial de las células madre multipotenciales en el organismo.
Resaltado nuestro. Estas características del pseudocientífico se escribieron en 1950, pero, desgraciadamente, ¿no siguen siendo de actualidad y perfectamente aplicables a día de hoy?[2]
Referencias y ligas externas
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