Mormones
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La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días es un grupo religioso que está creciendo aceleradamente. Según su presidente, el señor Gordon B. Hinckley, en el programa televisivo Larry King Live cada año hay 40000 nuevos mormones, ya sea por que nacieron en una familia mormona o porque fueron convertidos a este grupo. Si se tiene en cuenta que la feligresía de esta comunidad se acerca a los diez millones el crecimiento anual es del 0.4%.
Pero, ¿Qué tiene de particular esta confesión religiosa para ser mirada con incredulidad por agnósticos y ateos? Las dos razones principales son su supuesto origen profético y la discordancia de sus libros inspirados con la historia prehispánica de América. Para explorar mejor estas dos razones es necesario revisar la historia de esta iglesia.
Historia denominacional

Este grupo religioso se originó en los Estados Unidos de Norteamérica alrededor del año de 1830. El fundador de este movimiento fue el neoyorquino Joseph Smith (1805-1844) quien es a la vez el "profeta" de esta fe y el traductor por "voluntad divina" -según él- del Libro de Mormón, el cual es uno de sus libros guías junto con otros como La Biblia, Doctrinas y Convenios y La Perla de Gran Precio.
En el Libro de Mormón se narra la historia de supuestos israelitas que llegaron a América desde el Viejo Mundo en tiempos prehispánicos. Joseph Smith sostenía además, que los indígenas americanos descienden de las tribus israelitas.
En el año 1820, el señor Smith tiene su primera visión en la que se le dice que todas las religiones están en el error y por eso no debe unirse a ninguna. En este año se le presenta el ángel "Moroni" quien le habla de la historia antigua de los israelitas en América. Se le dice que el libro lo encontrará escrito en unas planchas de oro y que junto a él, encontrará dos piedras: El Urim y el Tumim, que le servirán para traducirlo. Al día siguiente, el "profeta" halla las planchas de oro en un cofre de piedra en el monte Cumorah (Nueva York).
Desde 1823 hasta 1827, el profeta va al monte cada 22 de septiembre para acudir a una charla con el ángel con el fin de recibir instrucción. Es importante resaltar que existen registros legales del Estado de Nueva York que demuestran la gran afición del Sr. Smith por buscar tesoros perdidos y por adivinar la suerte, tal aspecto deja mucho que desear.
Supuestamente en 1827 recibió las planchas de oro, y entre diciembre de 1827 y febrero de 1828, Joseph Smith tradujo algunos caracteres, claro está, recurriendo a la ayuda del Urim y el Tumín. En este mismo año se le une como secretario el señor Martín Harris, quien termina siendo despedido por mostrar una porción traducida del Libro de Mormón. En 1829, Smith nombra como nuevo secretario a Oliverio Crowdey, el cual sirve de amanuense al profeta Smith. El 15 de mayo de ese año se les aparece en el bosque a Crowdey y a Smith el mismísimo Juan el Bautista. También en este año se les concede a tres testigos el privilegio de ver las planchas de oro (claro, ¡con tres testigos ya no hay posibilidad de que se trate de un fraude! ¿Verdad?)

En 1837, los mormones inician su carrera capitalista: Fundan la Sociedad Bancaria de Kirtland, la cual caería en bancarrota dos años después. En 1838, ocurre un acontecimiento, que resulta muy interesante para los críticos escépticos: Dos de los testigos especiales, Oliverio Cowdery y David Whitmer son excomulgados; el año anterior había sido excomulgado Martin Harris, por lo tanto el mormonismo se queda sin los testigos de la existencia de las planchas de oro.
La Ropa interior mágica
Sólo los mormones adultos que han hecho convenios del templo llevan esta prenda -ellos la llaman gárment (castellanizado)-, no todos los miembros de la Iglesia. Esa ropa interior del templo mormón, se asegura, es similar a la ropa interior normal. (Cuando era "normal" en los tiempos de su pseudoprofeta Smith.)
Mujeres
Para las mujeres, la parte superior viene en diferentes telas y modelos, los cuales tienen un escote hasta la línea del brassiere. La parte superior de las mujeres tiene mangas casquillo, a excepción de una tela térmica especial para usarla en climas fríos. La parte inferior termina justo sobre la rodilla o a la mitad de la pantorrilla cuando llevan pantalones.
Hombres
La ropa interior de los hombres es también de dos piezas. La parte superior es muy similar a una camiseta, y la parte inferior tiene un aspecto similar al short de los jinetes, pero termina justo sobre las rodillas. Las telas son de color blanco, pero las hay especiales para los miembros de las fuerzas armadas, que pueden ser de color caqui o negro. Se bordan pequeños símbolos que representan los convenios del templo.
La magia pseudocientífica

Los misioneros jamás le dirán a nadie que deseen convertir al mormonismo acerca de la ropa interior mágica que ellos están usando en ese preciso momento. Y mucho menos tratarán de traer a la conversación que ellos creen firmemente que esa ropa interior los protege incluso de las balas (de ahí la razón de que los críticos la llamen "mágica"). Creen que las balas rebotan en ella como si fuera Mithril, que los protegerá de fuego, cuchillos y otras agresiones. Hasta hace poco la Iglesia mormona no hablaba oficialmente sobre este tema, pero últimamente, como ha podido verse más arriba, las webs “oficiosas” del movimiento contestan a las preguntas de la gente aclarando la cuestión de esta ropa interior oficial.
Una reflexión final
Las religiones, de cualquier ropaje, y los místicos de la Nueva Era nos venden la idea que la fe es una virtud. Pero sostengo que ésta es un insulto a la inteligencia humana. El escepticismo es la virtud. Creo que todos los seres humanos debemos evaluar críticamente lo que se nos presenta antes de aceptarlo sin importar cuantas personas lo creen, o que tan antigua sea. En 1830 eran pocos los que creían que existieron pueblos americanos descendientes de inmigrantes semitas a los cuales Jesús visitó en persona después de su resurrección; unos años más tarde casi todo el estado de Utah los creía. Ahora, más de 10 millones de personas en todo el mundo acepta estas historias. Así pasa con las historias sagradas. Así ocurrió con el mito de la ascensión a los cielos de la virgen María, el nacimiento virginal de Jesús o las 550 historias de las reencarnaciones anteriores del Buda compiladas en el libro de Jataka.
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