Lyndon LaRouche

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Lyndon Hermyle LaRouche, Jr.
Información Biográfica
País noframe
Estados Unidos
F. de Nacimiento

8 de septiembre de 1922

Información Personal
Ocupación

Político, economista y conspiracionista

Afiliación

En el mundo de los teóricos de la conspiración no hay nadie que se le parezca a Lyndon LaRouche. No es que tenga las más extrañas teorías, aunque sí cree que la reina Isabel de Inglaterra es la lidereza del comercio internacional de las drogas. Lo que sucede es que LaRouche ha convertido las teorías conspiratorias en un culto y un lucrativo negocio. Es por esta razón que se considera a Lyndon LaRouche como el Rey de las Conspiraciones en el mundo de hoy.

LaRouche se parece más a un vendedor de seguros jubilado que a un fanático conspiranóico. Sus discursos políticos televisivos pagados se muestran en un estilo tan plano y aburrido que un espectador ocasional podría perderse fácilmente entre las cosas absolutamente locas que dice.

La odisea de LaRouche en el mundo de la conspiración ha sido extraña. Venía de una base intelectual cuáquero (Quaker, en inglés) y su pacifismo le llevó a convertirse en un médico del ejército en lugar de un soldado activo durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra se sumió en una gran variedad de grupos de izquierda. Alguna vez adoptó el nombre de Lyn Marcus conversión de los apellidos "Lenin" y "Marx".

Durante los levantamientos de la década de 1960 formó su propio grupo, el llamado Comité de Trabajo de Nueva York.[1]

Pero los socios izquierdistas de LaRouche empezaron a verlo con creciente sospecha. Se formó un nuevo grupo llamado National Caucus of Labor Committees, y le declaró la guerra a sus enemigos, reales o imaginarios. Algunos de sus seguidores comenzaron a golpear a los miembros de otros grupos de izquierda. Los seguidores fueron arrestados por asalto, mientras que el propio LaRouche se mantuvo de forma segura en el fondo y fuera de la cárcel.

A mediados de la década de 1970, LaRouche proclamó que la CIA, junto con la KGB soviética, la inteligencia británica, el departamento de policía de la ciudad de Nueva York, y la familia Rockefeller, querían asesinarlo. Afirmaba que secuestrarían a algunos de sus seguidores, les lavarían el cerebro para convertirlos en asesinos robotizados que actuarían al ser provocados por palabras en código para matarlo, algo igual a lo presentado en The Manchurian Candidate , novela de Richard Condon (1959) y película (John Frankenheimer, 1962)[2].

A principios del decenio de 1970, la opinión de LaRouche sobre su propia misión se había vuelto bastante grandiosa. "La raza humana está en riesgo. O ganamos o no habrá humanidad."

A mediados de la década de 1970, LaRouche se había movido de extrema izquierda hasta el otro extremo del espectro político. Insistió en que sus alianzas anteriores con la izquierda sólo había sido una "táctica". Formó una estrecha alianza con el Ku Klux Klan y la extrema derecha Liberty Lobby. Y envió a sus seguidores para recibir entrenamiento de milicia en un enclave de extrema derecha en Georgia.

Sus teorías conspirativas adquirieron un tono antisemita de extrema derecha. Anunció que el sionismo era un culto maligno, que una camarilla de judíos controlaban el crimen organizado, que el Holocausto es solo un mito, y que la organización judía B'nai B'rith trata de "resucitar la tradición de los judíos que exigieron la crucifixión de Jesucristo."[3]

LaRouche tiene una teoría conspiratoria aún más global. Él ve toda la historia como un conflicto entre una maligna "oligarquía" y lo que él ha llamado la fuerza del "humanismo neoplatónico," cuyos líderes han incluido a Alejandro Magno, Carlomagno, y más recientemente... a Lyndon LaRouche. La "oligarquía", que comprende todo lo que a LaRouche no le gusta, ha cometido todos los crímenes imaginables.

Hay una generosa ración de genuino racismo neonazi en las teorías de LaRouche. Él dice que sus seguidores son una especie de súper "almas de oro", mientras que el enemigo, el "organismo sionista británico, que debe ser destruido para que la humanidad pueda vivir", es en realidad una especie biológica separada. Quiere ver una dictadura establecida en los Estados Unidos y una "movilización total" en preparación para la "guerra total" que es seguro que vendrá en un futuro cercano.

Pero para una tontería que es indignante, declaraciones como ésta, son las que han conseguido a LaRouche mayor notoriedad: "El tráfico de drogas en el mundo entero ha sido gestionado por una sola familia desde su creación." Dado que esta declaración fue tomada de una publicación de LaRouche intitulada Dope Inc.: Britain's Opium War Against the U.S., no es ninguna sorpresa descubrir que él está hablando de la familia real británica como la pricnipal cabeza del comercio de la droga.[4]

Por supuesto que la familia real no puede hacer todo sola. Tienen ayuda de una vasta colección de sociedades secretas, grupos de políticas privadas y agencias de inteligencia. Todos los sospechosos habituales son nombrados. Pero también hay algunos agentes inusuales dentro de la conspiración. Por ejemplo, LaRouche ha llamado al grupo de rock The Grateful Dead una "operación de inteligencia británica."

Más recientemente LaRouche ha sugerido que el gobierno británico estuvo, de alguna manera, detrás del atentado de la ciudad de Oklahoma en 1995.

Además de ser un teórico de la conspiración dedicado, LaRouche es también un conspirador dedicado. Hay una gran variedad de organizaciones y publicaciones patrocinadas por LaRouche que no revelan abiertamente recibir de él algún tipo de patrocinio. Los seguidores de LaRouche han tratado de infiltrarse y controlar otras organizaciones y, a menudo han tratado de postularse para un cargo público, de nuevo sin hacer su filiación y su agenda pública.

En 1986 un par de seguidores de LaRouche ganó en las primarias de Illinois para vicegobernador y secretario de Estado. La razón por la que ganaron fue que eran personas atractivas y articuladas, y nunca le dijeron a los votantes en lo que realmente creían y quién había patrocinado sus campañas. La gente votó por los seguidores LaRouche asumiendo que eran demócratas regulares, cuando no lo eran.

Esta victoria, sin embargo, fue un arma de doble filo para LaRouche. Una vez que se descubrió la estratagema, la prensa nacional de repente empezó a examinar lo que este hombre realmente representaba. Lyndon LaRouche, que hasta ese momento era considerado poco más que una figura marginal excéntrica, de repente comenzó a ser visto mucho más amenazador.

Palabras en clave

En sus viajes regulares a la presidencia, por lo general en las primarias del Partido Demócrata, LaRouche trata de esconder sus ideas más odiosas detrás de ciertas palabras de clave. Por ejemplo, en un programa político pagado y transmitido en horario estelar en 1984 por la CBS, LaRouche no participó en sus diatribas antisemitas habituales. Él sólo habló de la influencia de "Kissinger y sus amigos". El ex secretario de Estado Henry Kissinger es judío. La referencia podría habérsele escurrido a un oyente casual, pero no a quienes saben leer entre dientes.

Odio a las críticas

Lyndon LaRouche no responde realmente a las preguntas o a las críticas. Cualquier persona que le critique con fundamentos es atacado de inmediato y considerado como parte de la "conspiración" en su contra. Por ejemplo, en una inusual conferencia de prensa en 1992, cuando un periodista le hizo una pregunta que no le agradó a LaRouche, éste replicó: "Yo no voy a hablar con un vende drogas, como tú."[5] Esta reacción es típica.

LaRouche tiene seguidores devotos, incluso fanáticos, pero no son muchos; quizá menos de mil. Sin embargo, vive en una finca de lujo y bien resguardada en Leesburg, Virginia, y su red de organizaciones parecen estar muy bien financiadas. ¿De dónde viene el dinero? Parte proviene de sus partidarios ricos. Su mayor captura hasta la fecha es Louis Du Pont, miembro de una de las familias más ricas de América. En un caso muy publicitado, los padres de Du Pont entraron en la corte para evitar que Louis le diera todo lo que tenía a LaRouche. Partidarios de LaRouche también han vendido sus publicaciones, a menudo con títulos inocuos y engañosos, en los aeropuertos y otros lugares públicos.

Pero aún así, eso no parece dar cuenta de los millones de dólares que la organización LaRouche posee. Cuando el gobierno de Estados Unidos le miró las finanzas, se encontró que había solicitado de manera fraudulenta préstamos a sus partidarios, principalmente a las mujeres de edad avanzada, y nunca les devolvió el dinero. LaRouche fue juzgado, declarado culpable de fraude y evasión de impuestos en 1989, y condenado a quince años en una prisión federal. LaRouche declaró que todo esto era parte de la conspiración contra él, y predijo que iba a ser asesinado en la cárcel. Al contrario, salió en libertad condicional en 1994. Salió de la cárcel ileso y para nada arrepentido. Volvió a Leesburg, comenzó de nuevo con sus teorías de conspiración, y se presentó como candidato a la nominación demócrata a la presidencia en 1996.

LaRouche no representa ningún peligro particular para la sociedad. A pesar de que ha estado en el escenario por décadas, LaRouche nunca ha sido capaz de atraer a más de un pequeño grupo de seguidores, y la edad avanzada no mejorará su atractivo. Sus teorías, por terribles que sean, no son originales. La mayoría existirían con o sin él.

El peligro real de Lyndon LaRouche es que es probablemente el publicista más activo y eficaz para las teorías de conspiración en el mundo actual. LaRouche controla una variedad de publicaciones y cuenta con organizaciones en varios países diferentes. También tiene un personal dedicado de "investigadores". Estas son las personas que recogen los rumores sobre cualquier persona que a Lyndon LaRouche no le gusta. Eso es prácticamente todo el mundo.

LaRouche no es particularmente eficaz en la difusión de sus grandes teorías. Además, él es ahora tan conocido y notorio que nadie, con una pizca de respetabilidad, quiere ser asociado con él de ninguna manera. LaRouche ha sido más eficaz en trabajar en asuntos más pequeños y trabajando trás bastidores. A menudo se ha acusado a las organizaciones de LaRouche de haber pagado para desenterrar la suciedad y difundir rumores falsos de otras personas u organizaciones honestas.

Un ejemplo de este tipo de actividad surgió en 1995. El Senado de Estados Unidos parecía a punto de ratificar un tratado internacional para preservar los recursos biológicos de la Tierra. Tenía un amplio apoyo bipartidista. Pero surgieron problemas de repente e inesperadamente. El senador Robert Dole pidió un aplazamiento de la votación, y en última instancia, el voto no se celebró. ¿De dónde vino la oposición? Gran parte de ella se cristalizóa en torno a la idea de que "la biodiversidad" era una nueva religión y el tratado era una amenaza para la soberanía de Estados Unidos, los derechos de la propiedad privada, el control de los recursos naturales, y la libertad individual. Y esa teoría provino de un artículo escrito por un socio de LaRouche y publicado en una revista de LaRouche. El artículo fue luego ampliamente distribuido por una serie de organizaciones totalmente respetables, como la Asociación de la Industria de las ovejas de América, que se había opuesto al tratado desde el principio, pero afirmó que no tenían ni idea de los orígenes de la información alarmista que estaban enviando por fax a sus senadores.

El 17 de octubre 1996, la revista The Washington Post citó al profesor de Columbia Manning Marable con respecto de una "alianza en ciernes" entre LaRouche y Louis Farrakhan, líder de la Nación del Islam y patrocinador de la Marcha del Millón de Hombres en marzo en 1995. Dijo el Post, "La organización LaRouche, que con frecuencia lanza teorías de conspiración mundial, ha trabajado con la Nación del Islam en el pasado. Pero desde la marcha, esa conexión se ha hecho más estrecha con el ex candidato presidencial LaRouche, y el activista por los derechos civiles, James Bevel, apareciendo con Farrakhan con frecuencia".

Gracias a que Lyndon LaRouche ha estado aquí por mucho tiempo, a que ha incursionado en prácticamente todas las ramas de las teorías de la conspiración, a que muchos de sus seguidores y ex socios han llegado a sus propias carreras dentro del pequeño y oscuro mundo de las conspiranoias y a que sus numerosas publicaciones se han utilizado como fuentes de otros teóricos de la conspiración, podemos decir que Lyndon LaRouche es realmente el Rey de las Conspiraciones .

Referencias y ligas externas

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  1. Cohen, Daniel. Great Conspiracies and Elaborate Cover-ups. 1st ed. Brookfield, CT: Millbrook, 1997. Print.
  2. The Manchurian Candidate. Ficha en IMDb.
  3. Ronald Radosh and Dennis King, "The World According to LaRouche". The New Republic (Nov. 19, 1984), p. 18.
  4. Dope Inc.: Britain's Opium War Against the U.S.. Pdf en inglés en Archive.org.
  5. Brian Siano, "Big-Head's Back", The Humanist (May-June 1992), p. 37.
P
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