José Antonio Campoy
José Antonio Campoy | |
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Información Biográfica | |
Nombre Real |
José Antonio Campoy Sanz-Orrio |
País |
España |
Lugar | León |
F. de Nacimiento | 26 de mayo de 1954 |
Información Personal | |
Ocupación | Escritor, pseudoperiodista y mitómano |
Afiliación | |
Acusación |
Charlatán y promotor de bulos y mentiras
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José Antonio Campoy ex director de la revista pseudocientífica Más Allá y defensor de la pseudoteoría de que el VIH no es la causa del SIDA.
Antecedentes
Actualmente Campoy dirige la revista Discovery Dsalud, así como Discovery DSALUD Televisión, ambas fuentes de desinformación en materia de salud humana. Es conferenciante, empresario y, desde 2007, presidente de la asociación magufa World Association for Cancer Research (Asociación Mundial para la Investigación del Cáncer). Campoy es licenciado en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid en 1976.[1]
Ha escrito tres libros llenos de mentiras y falacias, uno de los cuales -Entrevista a un extraterrestre: Geenom- detalla la visita de un extraterrestre, con el que tuvo una conversación.
Las reuniones con el extraterrestre debieron de tener lugar, sobre todo, entre julio y septiembre de 1994. Campoy explica que él y una serie de amigos habían instalado un tablero de ouija, y encima de este un vaso de cristal de yogur. Pasaba el tiempo y, de repente, mediante este método con el que se dice que se puede contactar con los espíritus, el sujeto afirma que vio al extraterrestre de nombre Geenom, un supuesto humano habitante de Ganímedes, uno delos satélites del planeta Júpiter.[2]
Todo resultaría una simple broma de no ser porque el libro está plagado de distintas proclamas que tratan de desacreditar los métodos validados científicamente para tratar las enfermedades. “Las enfermedades, el cáncer incluido, no son sino la consecuencia de posicionamientos mentales erróneos, en algunos casos transmisibles por vía genética. Debéis saber que son el rencor, la envidia, la soberbia o las actitudes despreciativas hacia los demás las que alteran la composición cromosómica y generan células cancerígenas”.[3]
Ha declarado, por escrito y verbalmente que la radioterapia y la quimioterapia “no sólo no curan el cáncer, sino que pueden provocarlo y extenderlo” y que, además, “...que se está ocultando que existen tratamientos alternativos que han demostrado su eficacia”. El problema es que ninguno de los supuestos tratamientos contra el cáncer que menciona este falso periodista, que tampoco sabe de ciencia biomédica, es que no funcionan.
Entre estas pseudoterapias promovidas por este charlatán se pueden encontrar:
- La Nueva Medicina Germánica, creada por el ex médico ya fallecido Ryke Geerd Hamer.
- Dietas de Desintoxicación.
- Homeopatía empleando Calcarea carbonica y Licopodium entre otros compuestos que solo son útiles para llenar el bolsillo de charlatanes como Campoy.
- Altas dosis de ácido ascórbico (vitamina C), falsa terapia promovida por Linus Pauling.
Ninguna de estas "terapias" ha pasado las pruebas de eficacia.
Campoy cree que las radiaciones electromagnéticas tanto las ionizantes como las no ionizantes son potencialmente peligrosas y causan cáncer. De esto se puede inferir que este sujeto no sabe de ciencia y que su carácter de periodista dista de ser honesto.
De acuerdo con Campoy, en la gran mayoría de los casos de cáncer se encuentra un factor ignorado por la oncología oficial: el factor psicoemocional. Dice que cuando el cáncer lo provoca un shock traumático, "centrar el tratamiento terapéutico exclusivamente en el ámbito físico es un gigantesco error. La biología es importante, pero no lo es menos la biología del alma".[4] Esta declaración está muy acorde al pensamiento idiota de otros fraudulentos charlatanes como Enric Corbera y Fermín Moriano.
Este es el terreno en el que se mueve Campoy: niega la validez de la oncología como ciencia, y lo hace como el director de una de las revistas más polémicas de España. Descarta la existencia del virus del sida, dice que la quimioterapia no sirve para curar y recela de las vacunas. Todo ello desde su publicación, la cual dirige desde 1999. Su objetivo: generar incertidumbre y controversia en torno a la medicina convencional. Lo hace con portadas tales como la de su número 99, donde aparece bien grande, con letras azules mayúsculas, el siguiente mensaje: “¡No vacune a su hija!”.[5]
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Referencias y ligas externas
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