Janet Cooke

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Janet Cooke
Información Biográfica
Nombre Real
Janet Leslie Cooke
País noframe
Estados Unidos
Lugar Toledo, Ohio
F. de Nacimiento 23 de julio de 1954
Información Personal
Ocupación Periodista
Acusación
Fraude informativo. Inventar una noticia

Janet Cooke es una ex periodista estadounidense tristemente célebre por haber escrito un reportaje acerca de un niño adicto a la heroína por el que ganó el premio Pulitzer el 13 de abril de 1981.

"Jimmy tiene 8 años y es adicto a la heroína de tercera generación", comenzaba la impresionante narración de Cooke sobre el niño consumidor de drogas en la primera página de The Washington Post, "un pequeño niño precoz con cabello color arena, ojos marrones aterciopelados y marcas de agujas en la suave piel, como de bebé, de sus finos brazos marrones".[1]

El mundo de Jimmy (Jimmy's World), como se titulaba la historia, causó sensación inmediata. Los lectores querían saber, cómo es que una madre podía quedarse ahí parada y permitir que su novio inyectara a su hijo con heroína. ¿Y cómo podía el Washington Post mantener la confidencialidad de las identidades y justificar la protección de estas personas? El jefe de policía de Washington inició una búsqueda intensiva del niño, mientras que el alcalde Marion Barry declaró que la ayuda para "Jimmy" estaba en camino. El siguiente abril, la narración que ilustró tan vívidamente las siniestras profundidades de la cultura urbana de la droga ganó un Premio Pulitzer.

El único problema era que "Jimmy", el niño, no existió más que en la mente de Cooke, y la historia publicada el 28 de septiembre de 1980 era completamente ficticia.

La pregunta surgió: ¿cómo fue que un periódico tan prestigioso como The Washington Post -que aún disfrutaba de la gloria de sus investigaciones del Watergate- haber sido tan ingenuo? La respuesta fue desarmantemente simple. Todo lo quese necesitó fueron algunas fallas en el control de calidad editorial y "una mentirosa en un millón", como el editor ejecutivo del Post, Benjamin C. Bradlee, llamó a la joven que se había inventado "Jimmy".

Menos de una semana después de que Cooke ganara el Pulitzer, que posteriormente fue devuelto, el ombudsman independiente del Post, Bill Green, le ofreció a los lectores del Post toda la historia de su épico engaño en un exhaustivo informe de casi quince mil palabras que se publicó en la sección frontal del periódico, en la edición publicada el 19 de abril de 1981.[2]

Según el editor, Stan Hinden, un veterano de 30 años en periodismo, recuerda: 'Janet era como muchos reporteros que vienen de periódicos más pequeños. Es decir, escribía y reportaba razonablemente bien. Tendemos a ser conscientes de los detalles, y ella necesitaba saber cómo obtener más detalles, pero ella era buena, inteligente y mejor que la mayoría'.

Para un periódico luchando por la diversidad, Janet Cooke era como una oración contestada: brillante, ambiciosa y negra, una Phi Beta Kappa de 1976 graduada de Vassar, y una escritora inmensamente talentosa. The Post se la arrebató al Toledo Blade en 1979, convencidos de que habían encontrado una reportera estrella en ascenso. Cooke no decepcionó. Ella escribió cincuenta y dos historias bien recibidas en sus primeros nueve meses de empleo.

A Cooke se le asignó investigar un nuevo tipo de heroína en las calles de Washington y regresó con notas extensas y entrevistas grabadas. Entre sus descubrimientos había un informe que había oído de un joven adicto a la heroína. "Esa es la historia", le dijo el editor de la ciudad Milton Coleman. "Ve tras eso. Es una historia de primera plana". Después de una búsqueda de dos semanas, Cooke le dijo a Coleman que no podía encontrar al joven, pero una semana después afirmó haber encontrado a un niño usuario, se trataba de "Jimmy ", que pronto se volvería tristemente célebre. Coleman había prometido confidencialidad a su periodista para sus fuentes, no pidió nombres ni una dirección. Así, escribió Bill Green, "la yugular del periodismo quedó al descubierto, la fe que un editor debe colocar en un periodista".

Coleman tenía pocas razones para dudar de Cooke. Por un lado, ella había incluido muchos detalles reveladores sobre "Jimmy" en un memorando de trece páginas que resumía su historia. Describió meticulosamente la sala de estar del niño imaginario: una planta de árboles de caucho, falsas persianas de bambú, una alfombra marrón, dos lámparas y una mesita de café de cromo y vidrio. También incluyó la escuela primaria a la que asistió "Jimmy", así como el vecindario general en el que vivía. Incluso había un supuesto nombre real, "Tyronne", que tranquilizó aún más a Coleman.

Declaración de Janet Cooke.

Casi tan pronto como "Jimmy's World" apareció en el periódico, las dudas sobre su veracidad comenzaron a retumbar en la sala de redacción. Coleman estaba preocupado porque la policía no pudo encontrar al niño después de varios días de búsqueda. El reportero Courtland Milloy comenzó a sospechar cuando Cooke no pudo ubicar la casa de "Jimmy" mientras conducían buscándola. La primera editora de Cooke, Vivian Aplin-Brownlee, se encontraba entre las más escépticas y afirmó nunca haberse tragado la sarta de mentiras de Cooke. "En su afán de hacer un nombre, escribiría más allá de lo que la verdad permitiría".

Después de ganar el Premio Pulitzer, pronto se hizo evidente que Janet Cooke había mentido extensamente sobre el currículum y sobre la biografía que proporcionó al comité del Pulitzer cuando se presentó su historia. Entre otras falsedades, afirmó hablar o leer cuatro idiomas, que se graduó magna cum laude de Vassar en 1976, que asistió a la Sorbona en 1975 y recibió una maestría de la Universidad de Toledo en 1977. Nada de eso era cierto, según descubrieron lod editores del Post. Había abandonado Vassar después de solo un año, nunca había asistido a la Sorbona ni a la Universidad de Toledo, y quedó estupefacta cuando Ben Bradlee comenzó a acribillarla con preguntas en francés, un idioma que se suponía dominaba a la perfección. "Eres como Richard Nixon", bramó Bradlee, "estás tratando de encubrir todo". Era solo cuestión de tiempo antes de que la historia de "Jimmy" se desenmarañara junto con su currículum. Woodward la acusó sin rodeos de haber inventado todo el asunto, y declaró: "Voy a demostrarlo aún si fuera lo último que hiciera". Finalmente, Janet Cooke se vio obligada a confesar. Escribió una declaración de confesión de la maldad a mano el 15 de abril de 1981.

La credibilidad de un gran periódico había sido maltratada, y muchos de sus detractores reaccionaron con alegría. Otros lectores simplemente quedaron aturdidos. Decía un editorial del Post: "...en este periódico nos sentimos enojados, disgustados, maltratados, decididos a continúuar con el tipo de informe agresivo que la historia de Miss Cooke pretendía ser y determinados a mantener y respetar los más altos estándares de informacióm justa y directa..." Sin embargo, el episodio de Janet Cooke fue uno más de un huracán de engaños que han pasado por la historia del periódico.[3]

Referencias y ligas externas

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  1. Janet Cooke (1980) «Jimmy's World». Vía: washingtonpost.com.
  2. Bill Green (1981) «THE PLAYERS: It Wasn't a Game». Vía: washingtonpost.com.
  3. Michael Farquhar (2005). A Treasury of Deception: Liars, Misleaders, Hoodwinkers, and the Extraordinary True Stories of History's Greatest Hoaxes, Fakes and Frauds. Ed. Penguin Books; 1st edition.
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