James Vicary
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James Vicary | |
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Información Biográfica | |
Nombre Real |
James McDonald Vicary |
País |
![]() Estados Unidos |
Lugar | Detroit, Michigan |
F. de Nacimiento | 30 de abril de 1915 |
Fallecimiento | 7 de noviembre de 1977 |
Información Personal | |
Ocupación | Publicidad |
Acusación |
Fabricación de datos
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Una de las ideas falsas más persistentes resultantes de un engaño es la noción de la publicidad subliminal. En la década de 1950, un psicólogo aficionado de Nueva York de nombre James Vicary afirmó haber realizado experimentos con espectadores de cine "demostrando" que si se mostraba una imagen durante uno o dos cuadro de película con un mensaje cada cierto tiempo durante la proyección, las ventas de bebida y comida chatarra se dispararían. El mensaje no se podía leer, dijo, pero se imprimiría subliminalmente en el cerebro del espectador.
Antecedentes
En el verano de 1957, Vicary supuestamente realizó un experimento sobre señales visuales subliminales durante las proyecciones de la película Picnic (Joshua Logan, 1956) en un cine de New Jersey. Cada cinco segundos, Vicary mostraba palabras como 'Beba Coca-Cola' y '¿Hambriento? ¡Coma palomitas de maíz!' durante 1/3000 de segundo, que está por debajo del umbral de percepción consciente. Vicary afirmó que mostrar estas sugerencias subliminales aumentó las ventas Coca-Cola en 18.1% y causó un aumento de 57.8% en las ventas de palomitas de maíz.
Esto molestó a la gente. Parecía un poco desconcertante, algo sacado de Big Brother, que el comportamiento de las personas podría ser secretamente condicionado y manipulado. Y así, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) investigó pero no pudo duplicar los resultados. La Canadian Broadcasting Corp. intentó un experimento similar, instando subliminalmente a las personas a llamar a la estación; ni una sola persona llamó.
En enero de 1974, la FCC prohibió la publicidad subliminal en las transmisiones de radio y televisión. El anuncio oficial de la FCC declaraba: "sean efectivos o no, la [publicidad subliminal] es contraria al interés público y que cualquier estación que emplee este tipo de mensajes corre el riesgo de perder su licencia de transmisión."
Resulta que Vicary nunca publicó sus hallazgos en ninguna revista académica, y cuando se le pidió que repitiera su experimento en una sala de cine, su equipo no funcionó repetidamente o los resultados salieron negativos. Esto era de esperarse debido a que los primeros resultados eran falsos.
El hecho es que en 1962, Vicary finalmente admitió que no había hecho ninguna investigación y que la publicidad subliminal no funciona, aunque los comerciantes sin escrúpulos continúan probándola de vez en cuando.
Aunque de vez en cuando sales supuestos estudios que "demuestran" que la publicidad subliminal funciona, la realidad es que no han sido publicados en revistas reputadas, son ensayos sin controles, sin metodología, por lo que los resultados son muy dudosos.