James Lyons-Weiler
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James Lyons-Weiler | |
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Información Biográfica | |
País |
![]() Estados Unidos
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Información Personal | |
Ocupación |
Escritor y conspiranoico |
Afiliación |
James Lyons-Weiler es uno de los principales promotores y recaudador de fondos para el Movimiento antivaxx.
Antecedentes
Según él mismo, recibió su PhD en Ecología, Evolución y Biología de la Conservación por parte de la Universidad de Nevada en 1997. Se describe a sí mismo como un 'biólogo evolutivo', que es una búsqueda científica respetable, aunque casi por definición, uno de los principios fundamentales de la biología es la evolución, aunque cabe decir que cualquier doctor de una disciplina biomédica es, por defecto, un 'biólogo evolutivo'.
Posteriormente realizó una beca postdoctoral en Biología Molecular Computacional en la Universidad de Penn State desde el año 1997 al 2000. Y tenía una posición de facultad en otro lugar. Una carrera académica típica de inicio para cualquier estudiante de postgrado. Eventualmente, aterrizó en la Universidad de Pittsburgh, donde se convirtió en director de Bioinformatics Analysis Core (BAC) hasta que se cerró en 2014.
También dice ser un veterano de larga data en las áreas de genómica, proteómica.
Así mismo, dice haberse especializado en trastornos del desarrollo, incluidos, entre otros, autismo/trastornos del espectro autista, desarrollo de biomarcadores para trastornos complejos, inmunología, toxicología y biología del cáncer.[1]
Charlatanería y fraudulencia académica
Al mismo Lyons-Weiler, y el movimiento antivacunacionista les encanta vender su carrera científica de manera que parezca que aporta algo a la discusión sobre las vacunas. Nada especial, pero nada de lo que él ha hecho está relacionado periféricamente con las vacunas.
Una revisión de su registro de publicaciones es reveladora: aparte de algunos artículos sobre modelos estadísticos, no ha publicado ninguna investigación en ciencias biomédicas básicas en la que fuera el primero o el último autor.[2] ¿Cuál es la importancia de la posición en una lista de autores? Es todo.
En general, el primer autor es quien hizo todo el trabajo. Y el último autor es la persona en cuyo laboratorio se realiza la investigación. Todos los demás son una autoría "honoris causa" (de cortesía), o alguien que hizo alguna que otra contribución pequeña. Resulta que James Lyons-Weiler obtuvo esas autorías "honoris causa" porque era el director de BAC en ese tiempo.
Los directores de BAC no estuvieron allí para hacer sus propias investigaciones, no generalmente. Su misión era servir a la facultad de una universidad al proporcionarles experiencia y herramientas de investigación a un precio con descuento para ayudarlos a realizar sus investigaciones. Eso significa que se paga a un director principal para apoyar la investigación de otras personas, no para hacer la suya propia.[3]
En otras palabras, ha hecho poco para demostrar que es un investigador independiente destacado en ciencias reales, a pesar de las afirmaciones de los antivaxxers. No se trata de menospreciar el trabajo de los directores centrales en el mundo de la investigación, ya que proporcionan análisis importantes y críticos a la ciencia compleja. Pero no es que los investigadores primarios descarguen una gran cantidad de datos y luego esperen un análisis, es un esfuerzo cooperativo. Pero alguien como James Lyons-Weiler no hace nada del trabajo duro en la ciencia: no escriben los protocolos del estudio, no hacen la investigación y no se oponen a las críticas de sus colegas.
El uso del término 'científico' para describir a alguien que no ha realizado una investigación científica real, especialmente con respecto de las vacunas, parece extraño. El mundo antivaxx podría querer promocionar a Lyons-Weiler como científico, pero él no hace investigación científica básica, por lo que ese es un título que no se merece.
En general, negar el consenso científico, independientemente de sus credenciales, sin proporcionar los niveles correspondientes de calidad y cantidad de investigación, es la señal más segura de pseudociencia. Dado que Lyons-Weiler es un abogado declarado contra las vacunas (y trata de 'probar' que es más anti-vacuna que otros tarados anti vacunas), y no tiene absolutamente ninguna credencial en nada relacionado remotamente con las vacunas, y que nunca ha presentado (hasta ahora) ninguna evidencia en la calidad y cantidad de evidencia que respalde lo que dice sobre las vacunas, lo único que podemos concluir es que James Lyons-Weiler no es un científico, es un pseudocientífico.
El estudio de Lyons-Weiler
El documento, publicado en el Journal of Trace Elements in Medicine and Biology,[4] básicamente impulsa el tema de anti vacunas en el que aluminio en las vacunas es de alguna manera peligroso. Afirma que 'la dosificación del aluminio en las vacunas se basa en la producción de títulos de anticuerpos, no en la ciencia de la seguridad'. Básicamente, Lyons-Weiler está tratando de argumentar que los cálculos de los niveles de seguridad del aluminio son incorrectos (en contra de lo que declaran científicos de Estados Unidos y otras las agencias internacionales), mientras ignoran todas las demás pruebas sobre el aluminio.
Este documento no presenta una investigación científica original. No es un estudio clínico o preclínico primario que acumule datos de experimentos que puedan llevar a aceptar o refutar una hipótesis, como '¿es tóxica la cantidad de aluminio en las vacunas?' El artículo no es una revisión meta o sistemática, que recogen y analizan críticamente múltiples estudios de investigación o artículos. El documento se parece más a un artículo de opinión que nos brinda una 'comentario' sobre si las concentraciones de aluminio en las vacunas pueden o no ser un problema. Está bajo una licencia Creative Commons.
El editor del artículo es el Trace Elements in Medicine and Biology, que tiene un factor de impacto de 2.978 de 5 años, un número moderadamente bajo. Un factor de impacto básicamente mide la importancia de una revista, y es aproximadamente una medida de cuántas veces un artículo promedio es citado por otros artículos. Para ser justos, la revista es un nicho, y con frecuencia esos tipos de revistas tienen factores de impacto más bajos (véase Publiphilia Impactfactorius).
El artículo parece partir de un punto de sesgo de confirmación. En el resumen, Lyons-Weiler dice que los niveles 'seguros' de aluminio en las vacunas estaban equivocados, luego desarrollaron cálculos para respaldarlos. ¿Hay cálculos que puedan mostrarlos seguros? Sí, de la OMS y de la FDA, que Lyons-Weiler parece descartar sin mostrar datos toxicológicos reales que digan que él tiene la razón.
La declaración de los conflictos de interés del autor es notable: 'JLW tiene un conflicto de interés potencial, ya que ha consultado dos casos de lesiones por vacunación en nombre de los denunciantes'. En otras palabras, gana dinero 'consultando' en casos legales en apoyo de Individuos que intentan reclamar que las vacunas causan daño. Por supuesto, él querría algún artículo publicado que apoye sus conclusiones no respaldadas.
Esta investigación fue financiada por el propio Instituto para el Conocimiento Puro y Aplicado de Weiler.
Dada la falta de antecedentes científicos de James Lyons-Weiler en cualquier campo de las ciencias biológicas que sean pertinentes a las vacunas (o que la toxicología del aluminio sea justa), y el sesgo de confirmación inherente del estudio, además de una serie de otros meta problemas, es difícil encontrar que este estudio sea académico.
Citas sospechosas
Lyons-Weiler parece hacer un muy buen trabajo en la elección selectiva de datos. Por ejemplo, cita a Shaw y Tomljenovic, que hicieron afirmaciones sin sentido de que el aluminio en las vacunas causa el autismo.
Además, Lyons-Weiler ignora el vasto cuerpo de investigación revisada por expertos que rechazan la hipótesis de que las vacunas están causalmente relacionadas con el autismo. Si tuviéramos evidencia de alguna correlación entre la condición neurodegenerativa y las vacunas, la investigación de Lyons-Weiler podría ser un punto de partida para determinar la plausibilidad biológica. Pero en este momento, tenemos pruebas abrumadoras de que las vacunas no están relacionadas con afecciones neurológicas. Así que, desde el principio, este documento está tratando de perseguir a un duende que no está allí, en otras palabras, pseudociencia.[5]
La cita 42 en el artículo se refiere a un estudio altamente criticado escrito por Christopher Exley,[6] un palero frecuente para los anti vacunas.
No es sorprendente que el movimiento antivaxx saltara de alegría por este estudio, afirmando que mostró que los cerebros de los niños con autismo están 'cargados con aluminio'. La realidad es que eso es mentira, porque si fuera verdad, se hubiera podido leer la demostración en el artículo de Exley.
No hay evidencia de que haya más aluminio en los cerebros de los niños autistas. Ninguna. Así que toda la base de la 'investigación' de Lyons-Weiler no muestra nada porque no hay nada allí.[7]
Referencias y ligas externas
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