Influencer

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El término influencer (del inglés, alguien que influye sobre otro) es una persona que debido a su poder de convencimiento influye sobre las decisiones de otra persona o grupo. Los influencers no son considerados líderes de opinión, de hecho, el término está considerado con carácter peyorativo.

Mercadotecnia

En mercadotecnia, un influencer es una persona con la capacidad de influir en los compradores potenciales que visitan las redes sociales. Esta persona, que puede ser una celebridad, es preferible que cuente con cierta credibilidad sobre un tema concreto.

Los influencers deberían tener características que le permitan a él/ella convertirse en promotor de algún producto o marca. Las compañías buscan a estas personas por la influencia que ejercen sobre quienes visitan su canal de Youtube, o sus apartados en Instagram o Facebook. Esto es una de las claves para conectar con una audiencia, tener legitimidad para hablar de un producto o servicio.

Aunque debe notarse que el producto en cuestión la mayoría de las veces son de los que se conocen como productos milagro.

Hablar bien de un producto o servicio por parte de una persona aparentemente desinteresada, puede lograr impulsar la motivación necesaria para que a un cliente potencial se decida finalmente comprar. Dado que la mayoría de los supuestos influencers poseen más de un millón de suscriptores (sin contar visitantes ocasionales), entonces la recomendación es un recurso de éxito prácticamente asegurado.[1]

Problemas de influencers

El marketing con influencers a través de las redes sociales es un terreno publicitario atractivo pero cada vez más peligroso para las marcas corporativas. Se espera que el fraude de influencers, incluida la compra de seguidores falsos (véase Germán Garmendia) y la creación de personas falsas, cueste a las empresas 1.3 mil millones de dólares.

Según la firma de marketing de influencers Mediakix, las empresas gastan aproximadamente 8.5 mil millones de dólares anuales para persuadir a los influencers, para comercializar sus productos. En un buen día, aproximadamente el 15% de los dólares corporativos gastados se pierden por fraude, porque muchos de estos influencers no siempre tienen tantos seguidores reales como afirman.

Los influencers fraudulentos aumentan artificialmente su seguimiento y compromiso pagando por ello. El objetivo es crear cuentas que, en la superficie, pueden ser de interés para los anunciantes, pero fundamentalmente, no influyen en muchas personas. A pesar de los esfuerzos de las plataformas para suspender a los influencers fraudulentos, nadie escapa al engaño: ¡ni siquiera las marcas más grandes! Según un estudio reciente de North Group Points, marcas como Ritz-Carlton, Pampers y Magnum han invertido mucho en campañas que involucran a influenciadores artificiales.

Identificación de influencers fraudulentos

Los influencers fraudulentos compran seguidores. Cuantos más seguidores tiene un influencer, más paga, desde unos pocos dólares para obtener cientos de seguidores. Pagar por 'likes' ("me gusta") o por seguidores no es un concepto nuevo."Granjas de 'likes'" han existido por años. El término se creó después de que se crearon páginas de Facebook falsas y obtuvieron 'likes' miles de veces por cuentas de Facebook falsas para hacer que una persona o negocio se vea más legítima.

La compra de seguidores también se puede identificar desplazándose por los suscriptores de una cuenta. Si observa muchos perfiles inactivos, perfiles sin seguidores, suscriptores, etc., esto también es un signo de un influencer fraudulento. Además, si el influencer tiene millones de seguidores, más de 100 videos o fotos pero solo una tercera parte de visitas o 'likes', esto también podría indicar un influencer fraudulento.

Según Makerly, la tasa promedio de 'likes' de Instagram es de entre 1 y 5%, dependiendo de cuántos seguidores tenga.[2] Por lo tanto, si alguien tiene 1000 seguidores, se esperaría entre 10 y 50 me gusta. Para calcular la tasa de interacción de un perfil, se divide el número de interacciones en publicaciones recientes por el número de suscriptores en la cuenta y multiplicarlo por 100 para obtener un porcentaje.[3]

Algunos datos de importancia:

  1. Al menos el 15% del gasto de los anunciantes en marketing de influencers se pierde por fraude, lo que les cuesta $ 1.3 mil millones anuales.
  2. Mega influencers con un millón o más de seguidores pueden ganar 250,000 dólares por publicación en las redes sociales, pero las marcas gastan casi $ 38,000 de ese dinero en cuentas falsas o infladas de seguidores inexistentes.
  3. Expertos dicen que las banderas rojas para el fraude incluyen cuentas creadas recientemente con muchos seguidores pero poco compromiso: 'Si ves 1 millón de seguidores en Instagram pero las publicaciones tienen 80 o 100 me gusta, eso es inmediatamente sospechoso'.[4] Lo mismo sucede con canales de youtubers con 15 millones de suscriptores pero con 3 millones de vistas a los videos. Algo no cuadra aquí.

Influencers fraudulentos

El problema es cuando las agencias contratan influencers tóxicos o celebridades mediocres que en vez de impulsar las ventas son el hazmerreir o blanco de ácidas críticas. Muchos de estos influences ni siquiera prueban el producto o usan el servicio, ya no digamos de manera cotidiana.

Lauren Goodger, celebridad de televisión e influencer de Instagram encabezó el escándalo de la BBC donde promovió una bebida que se le dijo que contenía cianuro (un veneno potente).[5] El ex agente de Lauren Goodger respondió anterior a eso que: 'Nuestro cliente no respaldaría la promoción de productos que contuvieran ingredientes dañinos o sospechosos, o sin conocer el contenido'. En una cámara oculta de la BBC se ve a Lauren Goodger hablando sobre un producto que promovió llamado Skinny Coffee, que según ella afirmaba que la ayudó a perder peso. Durante la filmación, dijo que en realidad nunca probó tal café adelgazante'. La Autoridad de Normas de Publicidad (ASA) dictaminó que Lauren Goodger estuvo involucrada en hacer afirmaciones engañosas sobre productos para perder peso.[6]

Penoso es el caso de Scott Disick que aceptó publicar una foto de aspecto "totalmente natural" para promocionar la marca de desintoxicación Bootea. Las instrucciones eran simples: por correo electrónico le dieron un texto y un tiempo aproximado para publicarlo. Se suponía que su único trabajo era poner en su Instagram una foto de él mismo posando con el producto inútil y postearlo. Cuando subió la imagen con el texto, al idiota se le olvidó un pequeño detalle: quitar las instrucciones. Lo que apareció fue

"Aquí tienes, a las 4 p.m., hora del este, escribe lo siguiente. Texto: Me mantengo al día con las rutinas de ejercicios de verano con mi batido de proteínas @booteauk".

Cualquiera podría darse cuenta que lo que debió poner es lo que estaba después de la palabra "texto" y los dos puntos. La compañía perdió el dinero de la campaña, pero ganó en darle material a los tuiteros que no iban a dejar pasar esta oportunidad para burlarse. Uno comentó: 'Sabes que fracasaste en la vida cuando ni siquiera puedes copiar y pegar'. Otro lo llamó 'maldito idiota'. Tal vez eso sea un poco duro, pero es divertido. Otro usuario comentó: "¡Dejen de hacer famosa a la gente estupida! Scott Disick cortó/pegó un correo electrónico de un equipo de marketing en su caja de texto de Instagram."[7]

Esta no es la primera vez que la autoridad ha expresado su preocupación por las publicaciones de los influencers en las redes sociales hayan alentado a las personas a perder peso de manera poco saludable. Muchos de estos influencers se les ha prohibido hacer declaraciones falsas sobre productos milagro.[8]

EN marzo de 2019 Georgia Harrison, de la serie de televisión Love Island , fue criticada en su Instagram por fanáticos y expertos por promover gomitas que se supone ayudan a perder peso. Fue criticada por muchos de sus 847,000 seguidores por ser 'irresponsable' e 'ignorante' sobre la imagen corporal, en su última publicación patrocinada. 'Las gomitas V24 son excelentes para ayudarles a perder peso', escribió. Antes de que tuviera la oportunidad de deshabilitar los comentarios, cientos de admiradores enojados mostraron su punto de vista con fuertes mensajes. Ella respondió a los críticos, calificando a uno de troll y diciéndoles a los demás que se 'consiguieran una una vida'.[9]

Influencers tóxicos

También existen los influencers tóxicos. Son aquellos cuyos pensamientos idiotas son percibidos por la audiencia sugestionable como consejos reales para seguir o dan comentarios irracionales y pseudocientíficos que las personas toman como reales y científicos cuando no lo son. La audiencia de estos sujetos no se toma el tiempo de verificar los datos para poder darse cuenta de que lo que han visto y escuchado no son más que patrañas.

Entre estos "influencers" se encuentran:

  • Alex Jones, conspiracionista estadounidense que se dedica a las teorías conspirativas, venta de productos milagro y noticias falsas.​ Su canal en Youtube fue cerrado.
  • Iru Landucci, otro conspiracionista, pero de la Tierra plana.
  • Oliver Ibáñez, igual que el anterior.
  • Eric Dubay, igual que las dos alimañas anteriores.
  • Josué Rosario, un puertorriqueño que gusta de hablar en contra de la teoría de la evolución.
  • Anita Sarkeesian, una canadiense que ha recibido especial atención por su propagandista y manipuladora serie de videos Tropes vs. Women (Tropos contra las mujeres) en los videojuegos.
  • Mark Sargent, un youtuber que lanzó una serie de videos titulados Flat Earth Clues (pistas de la Tierra plana), y desde entonces ha dado una serie de entrevistas.
  • Christopher Greene es un conspiranoico que hace videos en Youtube esparciendo su odio hacia la ciencia disfrazándola de "pensamiento crítico".
  • Jose Luis Camacho. Conspiranoico que trata de tonterías como los reptilianos, la Tierra hueca, los ummitas, planetas inexistentes, entre otras cosas.

Entre quienes promueven conspiranoias, muchos son totalmente inofensivos. Los verdaderamente peligrosos son aquellos que usan su poder de influencer para convencer a su audiencia de que las pseudoterapias son mejores que la Medicina basada en la evidencia. Entre esta fauna se cuentan los siguientes:

  • Alexander Backman. Conocido por sus videos sobre fenómenos naturales como los sismos, además de denunciar muchos aspectos del Nuevo Orden Mundial, incluido el fraude de las vacunas, las estelas químicas, e incluso sobre abducciones extraterrestres.
  • Mari Lopez, ya fallecida. Fue una youtuber que se dedicaba a subir videos pseudocientíficos en los que afirmaba que la fe y la dieta con base en jugos podían curar casi todo, incluso el cáncer. Su canal de youtube, Liz & Mari tenían miles de visitas.
  • Josep Pàmies, un conspiranoico de redes sociales (no de Youtube) que pretende hacer creer que su MMS puede curar muchas enfermedades.

Otros influencers tóxicos

Muchos influencers tienen poder de convocatoria y llevan a cabo los estúpidos desafíos (challenges), dando la implícita idea de que "si un influencer lo hace, yo también". O peor aún, cuando el supuesto ídolo 'youtubero' del momento envía a sus suscriptores a atacar el canal de algún crítico, ya sea con malos comentarios o "dislikes" al video.

  • ReSet. Youtuber tóxico que se ganaba la vida aceptando retos y llevándolos a cabo con el objetivo de ganar vistas y dinero derivado de la monetización de la plataforma de videos Youtube. Este sujeto era considerado como influencer por sus pasados millón de suscriptores. Fue acusado de maltrato animal y a una persona sin hogar.

El problema con estas sanguijuelas es que muchos menores de edad ven sus videos y aceptan y hacen cualquier cosa idiota que salga de sus descerebrados cráneos. Es por esta calaña que muchos ven con buenos ojos la iniciativa de Youtube de desmonetizar canales que atenten contra la salud, canales conspiranoicos, etc., debido a la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Internet (Children's Online Privacy Protection Act, "COPPA").[10]

Para conocer más, véanse los siguientes artículos relacionados

Referencias y ligas externas

(Nota de la administración) Algunas ligas podrían estar rotas o algunos videos pueden haber sido eliminados.

  1. 40deFiebre (N/A) «¿Qué es un influencer?». Vía: 40defiebre.com.
  2. Yuyu Chen (Abr, 2016) «The rise of ‘micro-influencers’ on Instagram». Vía: digiday.com.
  3. Paul-Louis Valat (Jul, 2018) [https://www.meltwater.com/uk/blog/influencer-fraud/ «How to Spot Fake Influencers». Vía: 'meltwater.com.
  4. Megan Cerullo (Jul, 2019) «Influencer marketing fraud will cost brands $1.3 billion in 2019». Vía: cbsnews.com.
  5. Olivia Wheeler & Ciara Farmer (Dic, 2019) «Lauren Goodger vows to practice 'self love' as she is seen for the first time since being duped into promoting CYANIDE in BBC sting». Vía: dailymail.co.uk.
  6. BBC Staff (Dic, 2019) «Reality TV stars auditioned to 'promote' poison diet drink on Instagram». Vía: bbc.com.
  7. Catriona Harvey-Jenner (May, 2016) «Everyone's taking the piss out of Scott Disick's Instagram fail». Vía: cosmopolitan.com.
  8. Sam Shead (Oct, 2019) «Katie Price, Lauren Goodger and Georgia Harrison Instagram posts banned». Vía: bbc.com.
  9. Miranda Larbi (Mar, 2019) «NO LOVE LOST Love Island’s Georgia Harrison’s plug of weight loss gummies slammed as ‘irresponsible’ by fans and experts». Vía: thesun.co.uk].
  10. Google (2019) «Próximos cambios del contenido para niños en YouTube.com». Vía: google.com.