Hoodia gordonii

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Hoodia gordonii es un cactus descubierto por Robert Jacob Gordon cerca del Río Naranja alrededor de 1779. Hoodia gordonii pertenece a la subfamilia de las Asclepiadáceas y es nativa del África del Sur. También se le conoce como catus del Kalahari, Xhoba;[1] así como Scytanthus gordonii (Masson) Hook y Stapelia gordonii Masson.

Es una planta muy común en el desierto del Kalahari, donde las elevadas temperaturas (por encima de los 45 °C) permiten su floración. En otras latitudes crece con dificultad, de hecho no tolera temperaturas por debajo de los 15 °C.

Hoodia gordonii es una de la 5400 plantas de interés comercial debido a su uso en medicina tradicional africana.[2]

El mito

El extracto de Hoodia gordonii se comercializa fraudulentamente como un excelente inhibidor del apetito. Quienes promueven este producto afirman que sus principios activos actúan directamente sobre el centro del apetito, enviando estímulos neurohormonales para reducir la sensación de hambre.

Refutación

En el sitio web de CBS News apareció un fragmento de un programa de 60 minutos en el que la corresponsal, Lesley Stahl, hablaba de este raro, y en peligro de extinción, cactus sudafricano. Estando en el desierto de Kalahari, los nativos de la tribu San comen Hoodia para suprimir el apetito y la sed durante los largos viajes de cacería. "Los científicos dicen que engaña al cerebro haciéndole pensar que Ud. está lleno, incluso si sólo ha comido un bocado." Una píldora para perder peso puede estar pronto en el mercado. La versión web de la historia lleva el título "Planta de África puede ayudar a combatir la grasa: Lesley Stahl Informa sobre la más nueva arma en la guerra contra la obesidad."[3]

Este no fue un infomercial de madrugada; la información provenía de una reportera de importancia, la que una vez cubrió escándalo de Watergate del presidente Richard Nixon. Stahl informó que después de comer un pedazo de la planta estuvo todo el día sin sentir hambre, y que tampoco experimentó efectos secundarios. Stahl declaró: "Tengo que decir que funcionó'".

De inmediato comenzaron las búsquedas en Internet. La gente estaba interesada. Cualquiera que tecleara "Hoodia" en el motor de búsqueda encontraba un ciber-bazar de mercaderes pregonando "Hoodia pura", "Hoodia pura Plus", "Hoodia Suprema", "Desert Burn" Hoodia, y cualquier número de otras marcas. Hoy día también se ven sitios web que ofrecen asesoramiento sobre la búsqueda de los "mejores" productos de Hoodia de entre todos los competidores. Varios proporcionan un enlace a un video del programa 60 Minutos en el sitio web de CBS News. Cuentan con testimonios de personas a los que les funcionó. Si a ellos se vieron beneficiados, entonces es bueno el producto, pensaron.

Pero a un costo de casi 150 dólares para un suministro de cinco meses de esta sustancia mágica, primero uno debe hacerse preguntas serias. ¿Cómo sé que esto funciona y es seguro? El hecho de que Lesley Stahl hablara maravillas del cactus recién cortado en el desierto de Kalahari no significa que las cápsulas que usted le compra a un comerciante en Internet, o a través de infomerciales, tendrá el mismo efecto, o incluso que provenga de la misma planta.

Y deben desecharse esos testimonios de Internet: son anécdotas, y en ciencia, los testimonios anecdóticos no tienen cabida porque bien pueden ser inventados por los comerciantes. ¿Dónde están los resultados de las pruebas científicas?

Un poco de comprobación cruzada proporciona mayor información. Una concienzuda búsqueda en Internet también trae una historia del 2003 de un reportero de la BBC, Tom Mangold, habló de la "dieta del Kalahari", incluso antes que Stahl. Después de comer un pedazo del cactus, cerca de la mitad del tamaño de un plátano, Mangold informó que él y su camarógrafo "ni siquiera pensaron en la comida" durante el viaje de cuatro horas de regreso a Ciudad del Cabo. "Y al día siguiente, ninguno quería el desayuno".[4]

La historia de la BBC también advierte que las cosas que se ven anunciadas con bombos y platillos pueden simplemente ser otra estafa en la industria de los productos para la pérdida de peso. Los derechos para desarrollar una droga de dieta a base de Hoodia eran propiedad de la hoy difunta empresa británica llamada Phytopharm, y los ensayos clínicos aún tienen varios años llevándose a cabo. Curiosamente, varios vendedores ambulantes de Hoodia realmente colocan una liga al artículo de la BBC en sus sitios web, probablemente pensando que pocos realmente lo leerían y que la mayoría simplemente asumiría que es un aval. Tras su clausura, Phytopharm fue adquirida por IXICO [5] También el informe completo de Stahl advirtió contra las pretensiones de los comerciantes de Internet acerca de los productos de Hoodia. Mencionó que el cactus silvestre es tan raro que Phytopharm ha estableció una plantación en un intento de hacer crecer las enormes cantidades que serían necesarias para satisfacer la demanda en el caso de que las pruebas demuestran que el producto es seguro y eficaz. Pero los comerciantes de Hoodia que enlazan al informe de la CBS, probablemente piensan que nadie se dará cuenta de esa parte. Ellos sólo ponen la liga a la historia con introducciones como "Leslie [sic] Stahl ... ¡¡Hoodia funciona!!"

Las historias de BBC y CBS News, proporcionan fuertes advertencias acerca de las cosas que se venden en la web, pero no dejan de ser fuentes de segunda mano. En el sitio antiguo sitio web de Phytopharm, se podía leer: "Los ensayos clínicos y otros estudios necesarios para garantizar la seguridad del extracto[Hoodia] tomarán un par de años antes de que un producto esté disponible." El sitio decía que la empresa estaba empezando los ensayos, en colaboración con su socio Unilever. Eso era indicativo de que una droga para dieta estaba lejos de estar lista para el mercado.

El Consejo Africano para la Investigación Científica e Industrial aisló el ingrediente activo, P57, en 1977. Se concedió una licencia a Phytopharm, que colaboró ​​en la investigación con la empresa farmacéutica Pfizer.

Pfizer finalmente renunció a Hoodia debido a la dificultad de sintetizar el P57, y liberó sus derechos sobre la misma. Jasjit Bindra, científico de investigación de Pfizer, dijo que hay otros componentes en Hoodia que dañan el hígado y no pueden ser removidos fácilmente del suplemento. Aconsejó: "Hasta que se desarrollen formulaciones más seguras, las personas deben tener cuidado con el uso de la misma."

En 2008, Unilever retiró sus planes de comercializar un producto a base de Hoodia después de gastar más varios millones de dólares en investigación. Phytopharm continuó investigando. Mientras tanto, Hoodia es fácilmente disponible como suplemento dietético.[6]

En el sitio de Phytopharm desapareció el "estudio clínico" realizado por la compañía en 2001 y mencionado en las noticias y en muchos de los sitios web de Hoodia. No hay ni un informe publicado en alguna revista médica, solo un comunicado de prensa. Se dice que la compañía realizó una prueba en diecinueve hombres con sobrepeso, dando a la mitad de ellos su patentado extracto de Hoodia P57 durante quince días, mientras que la otra mitad recibió un placebo. El grupo que recibió el P57 se dijo que tuvo "una disminución estadísticamente significativa en la ingesta diaria de calorías," una reducción de hasta 1,000 calorías por día. También se leía en los comunicados de prensa de la compañía que antes de que se uniera con Unilever, Phytopharm tenía un acuerdo (desde agosto de 1998) con Laboratorios Pfizer para desarrollar el producto comercial P57, pero Pfizer se retiró de la operación en 2003. Phytopharm iba a recibir por concepto de regalías 32 millones de dólares.[7] ¿Por qué una empresa tan importante dejaría escapar una droga milagrosa para bajar de peso si realmente era tan prometedora?

Conclusiones

El sitio web Consumer Reports muestra un artículo que resume brevemente que hay evidencia "muy escasa" de que Hoodia funciona, y concluye que "no se recomienda tomar estos suplementos."

Los corresponsales de televisión, Stahl y Mangold, dieron anécdotas impresionantes tras comer cactus fresco, pero nadie va a encontrar nada de eso en el supermercado. Una compañía británica, de suficientemente buena reputación como para haberse asociado primero con Pfizer y después con Unilever, declaró que no se podría comprar su producto durante años.

Lo que está a la venta, se afirma, que es el cactus en forma de polvo, pero no tenemos forma fiable de saber si es realmente Hoodia o aserrín, o lo más importante, saber si el polvo de Hoodia funciona igual que la Hoodia fresca. Los testimonios que vemos en los sitios web de los vendedores deben ignorarse: no sabemos quiénes son estas personas, si realmente perdieron peso, o si, en caso de haber logrado bajar de peso, la pérdida fue en verdad resultado de las pastillas. Además, tenemos muy poca idea de los daños que estos productos pueden causar.

El grupo de prueba de Phytopharm incluyó sólo a diecinueve varones. ¿Qué pasa si la mujer lo toma? ¿Qué pasa si una persona de cada mil experimenta una reacción potencialmente mortal? ¿Qué pasa si la gente lo toma durante seis meses en lugar de sólo dos semanas? ¿Causa daño al hígado? ¿Qué pasa si Phytopharm patrocinó otros estudios que produjeron resultados menos impresionantes, y no lo ha sacado a la luz pública? Nadie lo sabe.[8]

Referencias y ligas externas

(Nota de la administración) Algunas ligas podrían estar rotas o algunos videos pueden haber sido eliminados.

  1. National Institutes of Health. Hoodia. Abril 2012. (PDF en inglés).
  2. Van Wyk BE. A review of commercially important African medicinal plants.. J. Ethnopharmacol. 21 de octubre, 2015. doi: 10.1016/j.jep.2015.10.031.
  3. Leung, Rebecca. African Plant May Help Fight Fat. Lesley Stahl Reports On Newest Weapon In War On Obesity. www.cbsnews.com. 28 de noviembre, 2004. (Inglés)
  4. Mangold, Tom. Sampling the Kalahari Hoodia diet. News.bbc.co.uk, 30 de Mayo, 2003 UK
  5. Phytopharm shareholders approve IXICO acquisition. StockMarketWire.com 14 de octubre de 2014. (Inglés)
  6. Harriet A. Hall. Weight Loss Customers Are Being Hoodia-Winked. www.sciencebasedmedicine.org. 8 de novembre de 2011.
  7. Update on development programme for Appetite Suppressant P57. Accesado en web.archive.org. (Inglés).
  8. Brooks Jackson, Kathleen Hall Jamieson. unSpun: Finding Facts in a World of Disinformation. New York: Random House Trade Paperbacks, 2007. Print.
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