HEK 293

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HEK 293 es un supuesto nombre código para un concentrado empleado por la compañía Pepsi y que le da al refresco su atractivo sabor. El problema es que está fabricado con cadáveres de fetos abortados.

Refutación

En realidad no es un bulo muy reciente ya que nació en 2011 y carece de base científica y que hoy anda rondado las redes sociales, en especial Twitter. Nadie de quienes han publicado esta tontería menciona la fuente de la "noticia" original o algún dato concreto.

La realidad es que en productos de belleza, higiene y de otro consumo, se emplean líneas de células humanas para hacer pruebas de toxicidad de los productos. Eso no es nuevo.

HEK significa Human Embryonic Kidney (Células de Riñón Embrionario Humano) y es una línea celular derivada de células de riñón embrionario humano de cultivo de tejidos. También son conocidas, más informalmente, como células HEK. Esta línea en particular se inició mediante la transformación y el cultivo de células HEK normales con ADN de adenovirus 5 cizallado. La transformación dio como resultado la incorporación de aproximadamente 4.5 kilobases del genoma viral en el cromosoma 19 de las células HEK humanas. La línea fue cultivada por el científico Alex Van der Eb en la década de 1970 en su laboratorio en la Universidad de Leiden, Holanda. El ADN permitió saber que la célula original era de una hembra. Los riñones embrionarios son una mezcla heterogénea de casi todos los tipos de células presentes en el cuerpo. De hecho, investigadores independientes, incluido el propio Van der Eb, han especulado que las células pueden ser de origen neuronal. Aunque teóricamente posible, la mayoría de las células derivadas de un riñón embrionario serían células endoteliales, epiteliales o de fibroblastos. Se sospecha un origen neuronal debido a la presencia de ARNm (m = mensajero) y productos genéticos que se encuentran típicamente en las neuronas.

La controversia

Senomyx es una compañía de biotecnología con sede en EE.UU. que se centró en “el descubrimiento y desarrollo de innovadores ingredientes de sabor de la comida, bebidas, y las industrias de suministro de ingredientes,” principalmente aditivos que amplifican ciertos sabores y olores en los alimentos

Una controversia sobre Senomyx se originó con la organización pro vida Niños de Dios por la Vida en marzo de 2011, que mantenía que Senomyx utiliza células HEK 293 en sus esfuerzos de desarrollo del sabor de ingredientes (citando un documento de 2002 por investigadores de la compañía publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias como evidencia). Esa organización llamó a boicotear a las principales compañías de alimentos (incluidas Nestlé, las Sopas Campbell's, Kraft Foods y PepsiCo) que se habían asociado con Senomyx.

En los estudios de Senomyx se emplearon receptores de sabor humanos aislados para crear sistemas de ensayo basados ​​en receptores de sabor patentados que proporcionan una lectura bioquímica o electrónica cuando un ingrediente de sabor interactúa con el receptor.

Es importante señalar que, independientemente de lo que se piense de la investigación con células madre fetales en general, independientemente de si Senomyx utiliza o no células derivadas de HEK 293 en sus esfuerzos de desarrollo, ni Pepsi ni ninguna otra empresa estadounidense de alimentos está realmente fabricando o vendiendo productos consumibles utilizando el tejido celular de los bebés no nacidos o que fueron abortados.

De lo que estamos hablando aquí es de una línea celular derivada de un único feto sano, abortado hace más de cuarenta años. Afirmar que los productos alimenticios actuales que emplean saborizantes derivados de la investigación HEK 293 en realidad se fabrican usando la célula de tejidos de bebés por nacer, es como decir que alguien posee una imagen digitalizada de una fotocopia de una imagen de un manuscrito de Beethoven y luego declarar que se tiene un documento original escrito por el propio Beethoven. El original no está presente en sustancia, solo en una forma representacional generacional. CBS News lo notó en un informe de mediados de 2011 sobre la controversia de Senomyx (que por alguna razón se centró principalmente en PepsiCo).

En 2010 Senomyx firmó un acuerdo de colaboración de cuatro años para desarrollar potenciadores dulces y edulcorantes naturales de alta potencia para bebidas de PepsiCo, pero no está claro si PepsiCo alguna vez ha comercializado algún producto alimenticio que incluya aditivos (de cualquier tipo) desarrollados por Senomyx. No fue sino hasta marzo de 2014 que Senomyx anunció los primeros frutos de su asociación con PepsiCo, un 'modificador de sabor' que mejora la dulzura conocido como Sweetmyx, pero no se ha visto ningún anuncio posterior de que PepsiCo haya comenzado a usar Sweetmyx, y ese aditivo aparece ser puramente sintético.

La respuesta oficial de Pepsi al problema de Senomyx fue señalar a quienes les preguntaban, su Enunciado de Investigación Responsable, que establecía que los procesos de investigación de PepsiCo y los de nuestros socios son confidenciales por razones de competencia. Sin embargo, PepsiCo no realiza ni financia investigaciones que utilicen tejidos humanos o líneas celulares derivadas de embriones humanos.

El hecho de no dar mayor información al respecto, ha hecho que se invente el bulo de que existen embriones humanos abortados para aumentar el sabor de su popular bebida.

En la cultura popular

Imagen modificada del original tomado de Twitter.

Este bulo recuerda a eventos de la cultura popular nacidos de la ficción en la que existe un producto de consumo con un ingrediente que deja de ser secreto y que pondría en aprietos a su fabricante si se hiciera público.

En el episodio 13 de la primera temporada de Futurama, Fry and the Slurm Factory (Ron Hughart, 1999), los protagonistas descubren, en esta parodia de Willy Wonka & the Chocolate Factory (Mel Stuart, 1971), que la popular bebida intergaláctica de color verde fluorescente llamada Slurm, en realidad es un producto orgánico proveniente del trasero de un gusano gigante.

En la película Soylent Green (Richard Fleischer, 1973), ambientada en el año 2022, el protagonista, Frank Thorn, descubre que el Soylent Green, una oblea verde publicitada como un producto con "plancton de alta energía" proveniente del Océano Mundial, no es otra cosa que un producto alimenticio fabricado con cadáveres humanos.