Falacias de la medicina alternativa

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Las razones deben ser convincentes con el fin de persuadir a millones de personas a desprenderse de miles de millones de dólares en un intento equivocado por proteger su bien más preciado, es decir, su estado de salud. Las razones iniciales de por qué la gente encuentra la naturopatía (o la medicina alternativa) muy atractiva a menudo se relaciona con los tres principios básicos que subyacen en muchas de estas terapias - dicen basarse en un enfoque más natural, tradicional y holístico de la salud. Los defensores de la naturopatía repetidamente citan estos principios como razones de peso para la adopción de su filosofía y pseudociencia, pero, de hecho, es fácil demostrar que no son más que trucos de marketing inteligentes y engañosos. Los tres principios de la medicina alternativa son realmente falacias:

Falacia "naturalista"

El hecho de que algo sea natural no significa que sea bueno, y sólo porque algo no lo es no significa que sea malo. El arsénico, el veneno de cobra, la radiación nuclear, etc., se pueden encontrar en la naturaleza; mientras que las vacunas, las gafas correctivas y las caderas artificiales son producidas por humanos. O, como el monitor médico dijo, "La naturaleza no tiene sesgo y se puede ver su funcionamiento con la mayor claridad y de forma inexorable, en la propagación de una epidemia como en el nacimiento de un bebé sano".

Falacia "tradicional"

La idea de que lo tradicional es de buena calidad ayuda a muchos terapeutas alternativos, ya que esto significa que el efecto placebo se ve reforzado por una dosis de nostalgia. Sin embargo, sería un error suponer que las terapias tradicionales son inherentemente buenas. Las sangrías eran tradicionales desde hace siglos, y durante todo este tiempo se hizo daño a muchas más personas de las que sanaron bajo esta pseudoterapia. El trabajo de los científicos del siglo XXI es poner a prueba lo que los antepasados ​​han legado. De esta manera, se podrá continuar con las buenas tradiciones, adaptar las tradiciones con potencial y abandonar aquellas tradiciones que son mala o peligrosas.

Falacia "holística"

Los terapeutas alternativos utilizan el término "holístico" queriendo dar a entender que su enfoque es superior a la medicina convencional. Holístico en este contexto significa simplemente que la medicina debe adoptar un enfoque integral de la persona y los médicos convencionales también deben tratar a sus pacientes de manera integral. Los médicos consideran el estilo de vida, la dieta, la edad, antecedentes familiares, antecedentes médicos, información genética de un paciente y los resultados de una serie de exámenes clínicos si se requirieran. En todo caso, como se puede notar, la medicina convencional tiene un enfoque más integral que la medicina alternativa. La clínica convencional ofrece largas consultas, a veces en varias sesiones, que abarcan no sólo las opciones de medicamentos, sino también el uso de repelentes de insectos, ropa adecuada y la historia médica del paciente, por ejemplo. Por el contrario, la mayoría de los homeópatas ofrecen una muy breve consulta y no ofrece asesoramiento sobre aspectos básicos tales como la prevención.

Además de promover sus propios, pero superficialmente atractivos, principios básicos, la industria de la salud alternativa también trata de reclutar pacientes usando un sucio truco: condenar a la corriente científica moderna. Los terapeutas alternativos están, por supuesto, conscientes de que los científicos son en gran parte críticos recios de los tratamientos que promueven y venden, por lo que tratan de socavar las críticas científicas "cuestionando" la credibilidad de la ciencia misma. Los ataques a la ciencia cubren tres áreas, pero de nuevo podemos ver que los terapeutas alternativos están basando su propaganda en puras falacias:

Falacia de "la ciencia no puede probar la medicina alternativa"

Por el contrario, la ciencia es más que capaz de poner a prueba las falsedades de la medicina alternativa. De hecho, esa es exactamente la razón por la que los científicos son escépticos acerca de sus muchas y variadas aseveraciones. Todas esas terapias alternativas arengan que ofrecen efectos fisiológicos reales y significativos, que van desde el alivio del dolor hasta curar el cáncer, y que la ciencia médica ha desarrollado técnicas para la medición de todos estos resultados médicos. Si la ciencia no puede detectar los supuestos beneficios de la naturopatía, entonces es porque no existen o porque son demasiado pequeños como para que valga la pena preocuparse.

Falacia "la ciencia no entiende como funciona la medicina alternativa"

Esto es cierto en muchos casos, pero también es irrelevante. El no entender cómo funciona una terapia nunca ha sido una barrera para la aceptación de que funciona en verdad. De hecho, la historia de la medicina está llena de tratamientos innovadores que incluso hoy son claramente eficaces pero de los que se desconoce cómo es que funcionan. Por ejemplo, cuando James Lind descubrió que los limones podían prevenir el escorbuto en el siglo XVIII, no entendía cómo era que los limones efectivamente actuaban. Sin embargo, su tratamiento a base de este fruto se extendió en todo el mundo. Fue sólo en torno a 1930 que los científicos aislaron la vitamina C y entendieron por qué los limones protegen contra el escorbuto. Si un tratamiento alternativo particular demostrara ser efectivo mañana, entonces los científicos lo aceptarían sin chistar y tratarían de inmediato aplicarlo de la manera más óptima, y estudiarlo para entender su mecanismo de acción subyacente.

Falacia "la ciencia está sesgada en contra de las ideas alternativas"

Esta es aún más absurda que las primeras dos falacias. A las personas que tienen ideas alternativas y radicales se les conocen con el apelativo de rebeldes (Mavericks, en inglés), y el conjunto de la ciencia moderna ha sido construida por estos rebeldes, desde Galileo hasta, quizá, los últimos acreedores de los premios Nobel. De hecho, fácilmente se podría argumentar que todos los grandes científicos son rebeldes de alguna manera. Por desgracia, lo contrario no es cierto - no todos los rebeldes son necesariamente grandes científicos. Después de haber llegado con una idea radical, el reto para cualquier rebelde es demostrarle al resto del mundo que la idea es correcta, pero aquí es donde la mayoría de los pioneros de la medicina alternativa se descuelgan de la cuerda.

Vale la pena explorar ésta última falacia. La ciencia es a menudo descrita como un coto cerrado, cuando en realidad la comunidad científica abraza amorosamente a esos rebeldes que pueden encontrar evidencia necesaria para apoyar sus declaraciones. Por ejemplo, en la década de 1980, dos investigadores australianos, Barry Marshall y Robin Warren sugirieron que la mayoría de las úlceras pépticas son causadas por bacterias[1]. La opinión convencional es que el exceso de ácido, la dieta equivocada y el exceso de estrés son los factores principales que causan las úlceras, por lo que inicialmente nadie tomó en serio la idea de Marshall y Warren. Sin embargo, en un experimento famoso y por demás valiente, Marshall logró identificar la bacteria (Helicobacter pylori), la cultivó y un preparado con un montón de estas bacterias fue ingerido por el científico. Poco después de desarrollaron las úlceras, demostrando así que las heridas en el estómago tenían un origen bacteriano. Obviamente, otros científicos médicos ahora estaban convencidos por la nueva teoría y recompensaron a ​​Marshall y a Warren con el Premio Nobel en 2005.[2] Aún más importante, se desarrolló una terapia de combinación de drogas para evitar las bacterias y curar a los abrumados por las úlceras - esta terapia con fármacos es más eficaz, más barata y más rápida que los tratamientos anteriores, por lo que millones de personas en todo el mundo se han beneficiado de la idea de un rebelde.

No importa quienes son los rebeldes, o cómo, cuándo y de dónde sacaron la idea para su descubrimiento. Incluso los descubrimientos afortunados son fácilmente reconocidos por los cánones siempre y cuando puedan ser validados. El Viagra del laboratorio Pfizer (citrato de sildenafil), uno de los descubrimientos farmacológicos de mayor éxito en los últimos años, se desarrolló originalmente para tratar la angina de pecho, pero un estudio piloto mostró que hizo poco para aliviar esta condición. Sin embargo, cuando los investigadores decidieron detener el ensayo antes de lo previsto y quisieron recuperar las pastillas sin usar, se quedaron perplejos por la reticencia de los voluntarios de los ensayos a devolverlas. ¿Por qué alguien querría quedarse con un fármaco inservible? Entrevistas posteriores revelaron que el Sildenafil tenía un efecto secundario inesperado y por demás deseable. Los ensayos adicionales y pruebas de seguridad han dado lugar a la corriente de una amplia disponibilidad de Viagra para el tratamiento de la impotencia (disfunción erectil). Hasta este momento ni la quiropraxia, ni la herbolaria, la acupuntura o la homeopatía ha sido capaz de demostrar un impacto tan dramático en el tratamiento de la disfunción eréctil o de cualquier otra enfermedad. Curiosamente, mientras que los defensores de la naturopatía a menudo no pierden tiempo para criticar a la ciencia, están igualmente dispuestos a usar la ciencia para su propia ventaja siempre que les sea conveniente. Pero, una vez más, los terapeutas alternativos se basan en argumentos erróneos y nociones erróneas para promocionarse. Estas falacias se dividen en tres grandes categorías:

Falacia de la "explicación" científica

Algunos terapeutas alternativos emplean supuestas explicaciones científicas para dar crédito a su pseudoterapia, pero lo hacen sólo porque suena como si fuera una explicación convincente, por lo tanto no quiere decir que esto sea verdad. Por ejemplo, los terapeutas de los imanes (terapia magnética, magnetoterapia o biomagnetismo) veces argumentan que los imanes actúan sobre el componente de hierro en nuestra sangre para restablecer el equilibrio electromagnético del cuerpo, pero esto no tiene sentido ni sustento científico. La hemoglobina en la sangre, en efecto, contiene hierro, pero no está en una forma que responda al magnetismo - cualquiera puede poner esto a prueba mediante la colocación de un imán fuerte al lado de una gota de sangre. Por esta razón, la escena de la película X-Men (Bryan Singer, 2000)[3], donde el personaje Eric Lensherr (Magneto) separa el hierro de la sangre de un guardia celador para poder escapar de su encierro no es más que una falsedad científica. A veces las explicaciones dadas por los apologistas de la medicina alternativa están repletas de jerga pseudocientífica. Una clínica de sanación, con sede en Londres, utiliza frases como "los circuitos electromagnéticos del cliente" y "desfragmentando el cuerpo". Esta jerga puede ser impresionante para un no especialista, pero carece de sentido científico.

Falacia del artilugio científico

El hecho de que algunos terapeutas alternativos empleen aparatos que se ven impresionantes, esto no significa que en realidad funcionen. El Aqua Detox, por ejemplo, es un caro baño de pies eléctrico que pretende sacar las toxinas fuera del cuerpo. El Bioregulador umbilical (sic) es un artilugio, parecido a una bola de cristal de adivina. Y no es más que eso, una bola de cristal (o quizá plástico) sin ninguna otra función que sacarle dinero a los incautos.


Falacia del ensayo clínico científico

Siempre se ha subrayado el papel fundamental de los Ensayos controlados aleatorios en la determinación de la verdad acerca de un tratamiento, pero sólo porque un terapeuta alternativo cita uno en apoyo de un tratamiento en particular, eso no significa que ésta sea efectivo. El problema aquí es que un único ensayo no es suficiente para demostrar que una terapia en particular funciona, debido a que ese ensayo en particular podría haber sido propenso al error, caprichos del azar o incluso fraude. Solo basta recordar la deshonestidad de Andrew Wakefield y su fraudulento artículo donde declaraba que la vacuna triple vírica causaba autismo en niños y que dio nacimiento al terrible Movimiento antivaxx.[4] Es por eso que quien trate de refutar las declaraciones falsas de las pseudociencias debe basar sus conclusiones, no sobre piezas individuales de investigación, sino en base al examen de un amplio consenso de la totalidad de las pruebas fiables. En particular, se debe fundamentar también en metaanálisis y revisiones sistemáticas, en el que un equipo de científicos se ha impuesto la tarea de examinar toda la investigación con el fin de llegar a una conclusión global.

La importancia de la tercera falacia también puede ilustrarse mirando la investigación sobre si el rezo por intercesor puede o no ayudar a los pacientes. Los científicos ya aceptaron que los pacientes que saben que sus familiares están orando por ellos pueden tener un poco más probabilidades de recuperación. Esto puede explicarse por los efectos psicológicos evidentes, como la probabilidad de que las oraciones dan al paciente una sensación de amor, esperanza y apoyo en un momento de crisis.

Referencias y ligas externas

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  1. Marshall BJ, Warren JR. Unidentified curved bacilli in the stomach patients with gastritis and peptic ulceration. Lancet 1984;1(8390):1311-1315.
  2. "Press Release: The 2005 Nobel Prize in Physiology or Medicine to Barry J. Marshall and J. Robin Warren". Nobelprize.org. Nobel Media AB 2014. Web. 24 Sep 2016. <http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/2005/press.html>
  3. X-Men. Ficha en IMDB.
  4. A. J. Wakefield, S. H. Murch, A. Anthony, J. Linnell, D. M. Casson, M. Malik, M. Berelowitz, A. P. Dhillon, M. A. Thomson, P. Harvey, A. Valentine, S. E. Davies, J. A. Walker-Smith Ileal-lymphoid-nodular hyperplasia, non-specific colitis, and pervasive developmental disorder in children. The Lancet, Vol. 351, No. 9103. (28 February 1998), pp. 637-641, doi:10.1016/s0140-6736(97)11096-0