Falacia del accidente
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En lógica, el accidente, o falacia dicto simpliciter, es una falacia que se comete al olvidar o ignorar que algo que se presenta como una generalización estricta puede no ser tal y tener excepciones. Por ejemplo, considérese el siguiente argumento:
Ejemplo
- Cortar a una persona con un cuchillo es un crimen.
- Los cirujanos cortan personas con cuchillos.
- Por lo tanto, los cirujanos son criminales.
El accidente es una de las trece falacias originalmente reconocidas por Aristóteles y regularmente comete al confundir la esencia con el accidente, lo sustancial con lo adjetivo. Incurre en ella, por ejemplo, quien juzga por las apariencias, por tomar una propiedad accidental como esencial, lo que conduce a errores al generalizar y al definir. Atribuimos como esencial a todos los individuos de una especie una cualidad que sólo conviene accidentalmente a algunos de ellos.
Ejemplo 2
Si definiéramos las aves sólo como vertebrados que vuelan, entonces no serían aves ni los pingüinos, ni los kiwis, pero podrían serlo Dumbo y los murciélagos.
Esta falacia la define Escalona (2015) en el trabajo intitulado "Falacias no formales" de la siguiente forma:
“Cuando se aplica una norma general, a un caso particular, cuyas circunstancias especiales excluyen la aplicación de la proposición general”. EJEMPLO: Como tu bien dices: “Lo que uno siembra eso se recoge” entonces toma por frutos estas mil semillas, pues mil fueron las que sembraste. (Cfr. Perdomo. 2007, p. 219).
Sinónimos
- Falacia dicto simpliciter.