Falacia de Alegato especial
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El argumento que muchos magufos utilizan "...tu falta de espiritualidad impide que..." es una falacia de alegato especial.
¿Qué es?
Es un argumento falso, pero aparentemente verdadero, que consiste en alegar que para comprender las sutilezas del tema en cuestión hace falta tener ciertas capacidades que no todo el mundo posee y por ello no todos tienen la autoridad para poder discutir acerca del asunto. De esta manera, el que la expone, intenta neutralizar la posible crítica que puedan hacer de sus argumentos.
Este razonamiento erróneo es propio de ciertas doctrinas religiosas y pseudocientíficas que, al no tener argumentos válidos o evidencias que respalden su postura, recurren a argumentos especiales, apelando a la fe, a la voluntad de dios o a cierta sensibilidad, empatía o requisitos que, si el interlocutor no tiene, su opinión no será válida.
Ejemplos de este tipo de falacia son:
- "No todo el mundo puede entender el misterio de la Santísima Trinidad".
- "Los caminos de Dios son inescrutables"
- "Si no has probado la limpieza hepática, no puedes criticarla"
- "Los ensayos clínicos no son adecuados para probar la verdadera naturaleza de la homeopatía".
Es similar a la falacia Ad hominem, con la diferencia de que, en la primera, se descalifica no a una persona, sino a quienes compartan un conjunto de creencias que pueden ser religiosas, políticas, culturales, o simplemente que no cumplan alguna característica (como ser de cierta raza u orientación sexual). P.e.: "Tú no eres una homeópata cualificada, por lo tanto no se puede esperar que entiendas la homeopatía".
Tampoco se debe confundir con Falacia del caso especial o el del Embudo, que en ocasiones se llama falacia de alegatos especiales doble estándar, que consiste en rechazar la aplicación de una regla apelando a excepciones infundadas. P.e.: "Todos esos son unos ladrones", "Oye, que tú también defraudaste a Hacienda", "Ya, pero mi caso es distinto".