Erich von Däniken
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Erich Anton Paul von Däniken![]() |
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Información Biográfica | |
País |
![]() Suiza
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Lugar |
Zofingen, cantón de Argovia |
F. de Nacimiento |
14 de abril de 1935 |
Información Personal | |
Ocupación |
Escritor, mitómano y charlatán |
Website |
Erich von Däniken es un escritor suizo y pseudohistoriador conocido por haber difundido la hipótesis de que la Tierra pudo haber sido visitada por extraterrestres en el pasado.
Von Däniken no es más que otro charlatán como lo es Juan José Benítez.
Antecedentes
Däniken ha vendido más de 36 millones de libros, y los vendió porque respondieron vergonzosamente al gusto del público por lo absurdo y la pseudohistoria. Los únicos hechos fiables de sus cuatro libros —Chariots of the Gods?, Gods from Outer Space, In Search of Ancient Gods y The Gold of the Gods— son los números de las páginas. Además está el hecho de que Sir Ridley Scott, tomó como inspiración Chariots of the Gods? para hacer su película Prometeo.
Durante quince años, ha perpetrado en contra de los lectores un engaño literario. Un simple examen de su trabajo lo demostrará. De hecho, cualquier persona razonablemente inteligente con acceso a una biblioteca pública podría refutar sus disparates de forma rápida y fácil. Aunque muchas personas consideran entretenidos sus libros y no les prestan excesiva atención, existen más que en verdad creen en todas las pseudoteorías e hipótesis falsas de von Däniken.
Resumen de sus afirmaciones
Sus principales afirmaciones son las siguientes:
- Seres del espacio exterior visitaron la tierra en el pasado muchas veces.
- Aquí formaron parejas con gente primitiva.
- Dichas visitas se encuentran registradas en la mitología y en la historia.
- Se han descubierto ciertos artefactos como prueba de sus visitas.
Sarcófago de Palenque
Con respecto a su primer punto, von Däniken saca a relucir su prueba de peso. Se trata de la tapa de un sarcófago encontrado en Palenque, un lugar de México que fue excavado hace unos sesenta años donde efectivamente se encontraron maravillosos tesoros. La tapa, de una tumba descubierta debajo de una pirámide maya, lleva una intrincada talla de un hombre en una posición similar a la fetal que, según Däniken, corresponde a un astronauta. Más aún, identifica no sólo la nave en la que se encuentra ubicado nuestro hombre volador, sino también sus tubos de oxígeno y otros equipos. Las llamas que surgen del cohete hacen que en la mente de von Däniken no existan dudas de que allí hay una clara representación de un viajero del espacio que llega a la tierra. Se equivoca.
La talla sobre la tapa del sarcófago de Palenque, México, que, según Erich von Daniken, incluye una representación de un antiguo astronauta a bordo de un vehículo espacial. En realidad, este dibujo representa al gobernante maya Pakal. Figuras típicamente estilizadas de un pájaro quetzal, un dios de la tierra y una cruz forman el «cohete».
Conocemos el nombre del ocupante del ataúd y la fecha de su muerte. La vestimenta de la figura tallada sobre la tapa no es poco habitual, sino que es típica de un noble maya del período. Éste está dibujado de forma característica y con el meticuloso y típico cuidado del trabajo maya. Los detalles del trabajo artístico señalados por von Däniken en un intento de probar su argumentación son muy comunes en otras tallas de la época; las cabezas de serpiente estilizadas, los dioses de la tierra y los pájaros no son maravillas técnicas. Todos los componentes de la «nave-trineo» pueden encontrarse en otras esculturas en relieve —altamente estilizadas, es verdad, pero existentes y justificadas. Ronald D. Story, en su libro The Space-Gods Revealed, realiza una prolija tarea explicativa sobre el «astronauta» de la tapa del sarcófago.
Las Líneas de Nazca
Luego von Däniken se ocupa de las notables «líneas» de Nazca, uno de los misterios más provocadores de la arqueología peruana. En el desierto, cerca de las ciudades de Nazca y Palpa, se encuentran destacadas figuras dibujadas en la arena. Algunas tienen cientos de kilómetros de largo; hay trapezoides, rectángulos y triángulos. Algunas son líneas largas y rectas que se extienden a lo largo de más de un kilómetro en el desierto con gran exactitud. Otras —las más intrigantes— son dibujos de arañas, lagartos y pájaros.
Von Däniken pretende que uno acepte que eran «campos de aterrizaje» para naves espaciales que transportaban astronautas desde muy lejos. Si ese fuera el caso, ¿por qué una nave de esas características podría haber necesitado una pista tan larga para aterrizar? Y si alguna realmente aterrizó, ¿dónde están las huellas? Esas figuras han sido simplemente escarbadas sobre la superficie; ¿acaso las naves espaciales no habrían dejado marcas más pronunciadas?
En cierto punto, von Däniken se equivoca cuando dice que una sección que él ha seleccionado muestra una «zona de estacionamiento» para un OVNI. En realidad se refiere a una parte de la pata del dibujo de un pájaro gigante. Actualmente, admite que estaba equivocado en ese punto; sin embargo, su libro Chariots of the Gods sigue conteniendo el error, en treinta y cinco idiomas y diez años después de su aparición.
Los Moái de la Isla de Pascua
Von Däniken efectúa luego un peregrinaje a la Isla de Pascua, donde utiliza otro tema genuino de la arqueología para presentar su argumentación espuria. Afirma que la gente común del lugar no pudo haber construido las enormes estatuas, llamadas Moái, que allí se observan.
Thor Heyerdahl se mostró interesado en ese tema. Aparentemente, von Däniken nunca oyó hablar de la demostración organizada por Heyerdahl en la Isla de Pascua en la que una estatua fue tallada, transportada y colocada por la gente que vive allí actualmente, y con herramientas totalmente comunes y básicas que estaban disponibles en la época de sus ancestros.
Pero von Däniken emprende realmente un vuelo de invenciones con la vieja cantinela acerca de la «Gran Pirámide». El entusiasmo de von Däniken por el tema de las pirámides fue compartido por el pseudoprofeta Charles Taze Russell, quien fundó el culto de los Testigos de Jehová. Russell anunció en 1891 que antes de 1914 los muertos se levantarían y serían nuevamente aniquilados si no aceptaban una «segunda oportunidad» para ser salvados. Una vez más, los fieles se introdujeron en los pasadizos de la Pirámide para aplicar sus cintas métricas a las nuevas predicciones, buscando una concordancia con Russell. El año 1914 llegó y pasó.
Von Däniken, incapaz de creer que los antiguos egipcios realmente llevaron a cabo por sí solos el proyecto de la prodigiosa construcción, sostiene que no han sido encontradas las herramientas de construcción relacionadas con la Gran Pirámide. No es verdad. Podemos encontrar cuerdas, rodillos, cinceles y mazos en colecciones de todo el mundo. Y afirma que no podríamos repetir hoy esta proeza de la construcción ni siquiera usando nuestra mejor tecnología. Una vez más, falso.
Las Cuevas de Oro
En The Gold of the Gods, von Däniken abandona toda pretensión de alcanzar la verdad y crea uno de los libros más vergonzosos que se hayan escrito jamás bajo la pretendida forma de un hecho. Resulta escandaloso verlo en las bibliotecas locales clasificado con el número 913031 correspondiente a la sección de Arqueología. Evidentemente, no existe una clasificación seria para la pseudociencia o para las mentiras directas. En The Gold of the Gods von Däniken cuenta su visita a Ecuador, Sudamérica, donde fue llevado por un tal Juan Moricz a las legendarias Cuevas de Oro. Los ecuatorianos han hablado durante generaciones acerca de estas cuevas, aunque nunca se las mostraron a los visitantes ni tampoco pueden señalar con exactitud dónde se encuentran las entradas. Pero von Däniken afirma que tuvo éxito y que Moricz le llevó hasta las cuevas.
Cuando la revista alemana Der Spiegel sintió curiosidad y fue a Ecuador para entrevistar a Juan Moricz, éste se quedó pasmado. Les dijo que aunque recordaba la visita de von Däniken (hay muchas fotografías de los dos juntos), el escritor nunca vio las cuevas y menos aún el oro. En realidad, resulta difícil saber si el mismo Moricz vio algún tesoro.
Conclusiones
Hay por lo menos una cosa que debe acreditarse a von Däniken. Ha perfeccionado la técnica tosca de la Gran Mentira utilizada por otros y nos ha ofrecido, en su lugar, el Hecho Provocador. Bombardea con fragmentos de información interesantes y, en algunos casos, bastante válidos, y permite suponer que lo que ha presentado resulta pertinente y cargado de significado y pruebas ocultas. La misma técnica fue usada por los partidarios de Uri Geller cuando nos aseguraron que en ningún momento Uri Geller usó rayos láser, imanes o productos químicos para doblar cucharas. Esto era totalmente cierto. También es muy cierto que no tenía ningún batidor de huevos, ningún aislante de amianto o ninguna aspirina en polvo en sus bolsillos.
Pero existe un importante y evidente defecto en todos los escritos de von Däniken que debería ponerse en claro: es simplemente incapaz de admitir o concebir el hecho de que el hombre antiguo fuera capaz de tener visiones elevadas y la capacidad técnica y artística para crear la Gran Pirámide de Egipto y otras maravillas, sin la asistencia de seres del espacio exterior.[1]
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Referencias y ligas externas
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