El Principio Divino (libro)

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El Principio Divino (libro)

El libro sagrado de la Iglesia de la Unificación es llamado “El Principio Divino” (No se da el nombre del autor en el propio libro, pero es ampliamente aceptado en la Iglesia que su autor fue Hyon Won Eu, que fue presidente de la Iglesia de la Unificación en Corea. Se afirma que el reverendo Moon (1920-2012), supervisó cada detalle del libro, para asegurarse de su exactitud. Esta información es importante porque previene a los miembros de echar la culpa al autor cuando el libro es criticado por gente como nosotros, al enfrentarlos a las incoherencias del mismo.

Con anterioridad a la fundación de la secta en 1954, Moon ya había publicado este documento, pero con el nombre de “El Principio”, que contiene la esencia de su pensamiento. Tras traducirlo al inglés, el texto pseudosagrado recibió un título una palabra más extenso: “El Principio Divino”. Es en este libro donde se resume la “teología” de esta secta destructiva.

Se trata de un trabajo de más o menos 500 páginas. La primera parte es una exposición básica del credo, en tanto que la segunda explica algunos de los puntos de la primera. En todo caso, hay que tener presente que es un texto que recibe adiciones o correcciones con cada nueva edición lo que ya de por sí explica que es mentira que existan absolutos dentro de la secta. lo mismo ha pasado con otros textos como los de los mormones.

Su lectura nos revela que el credo “moonie” es, en esencia, una teología de la historia de la salvación que se centra en tres grandes hitos: primero, la creación y caída de Adán y Eva; segundo, Jesús, el salvador espiritual de los seres humanos; tercero, el Señor del Segundo Advenimiento y Fundador de lo que el texto llama “El Testamento Completo”, distinto del Antiguo y del Nuevo Testamento del cristianismo. Otro gazapo igual al Libro de Mormón al que también se le conoce como "el otro testamento de Jesucristo"

La Primera parte es básicamente una lamentación seguida de un mensaje de esperanza. La causa de la lamentación es la desunión que afecta a los seres humanos impidiéndoles alcanzar la felicidad. La cristiandad anterior a la Iglesia de la Unificación ha sido incapaz de superar esa desunión. Es esta Iglesia la que, mediante el mensajero de Dios (Moon mismo) ha de poner remedio a esta triste situación.

“El Principio Divino” adopta una postura de pluralismo religioso en lo relativo a la salvación de la humanidad. Aunque las referencias históricas son, en lo fundamental, a la historia judeocristiana, se postula que el deseo salvífico de Dios se ha “encarnado” de múltiples formas, de modo que existen, para diversos pueblos y lugares, diversas religiones de salvación.

El texto considera que todos los hombres, aun los más malvados, alcanzarán finalmente la salvación según el plan de Dios, aunque tengan que pasar por diversas reencarnaciones (“descenso al universo físico” es la expresión usada por el texto para referirse a este proceso).

Creación y caída de Adán y Eva

Según el libro, Adán y Eva fueron creados no como seres humanos adultos, sino como menores de edad, comenzando su proceso de desarrollo biológico. Habiendo Dios puesto a Lucifer, éste decidió seducir a Eva y al unirse sexualmente, Lucifer y Eva se hicieron una sola y pecaminosa sangre, a raíz de lo cual Lucifer se transformó en Satanás. Cuando Eva se unió con Adán, contaminó también la sangre de éste. El resultado final es que Adán y Eva transmitieron a sus descendientes los elementos satánicos con que sus sangres estaban contagiadas, lo que explica la historia de males, desuniones y sufrimientos de la humanidad.

Salvación de los seres humanos

Después de la caída de los primeros padres, Dios decidió no descansar hasta que toda la humanidad fuera redimida. Pero esta redención, de iniciativa divina, no se cumple sin la libre colaboración humana. La ausencia de ésta es lo que explica el estado actual de la raza humana y la frustración de los designios salvíficos de Dios. Se puede conocer cuáles han sido los personajes y etapas de este designio salvador. Según una reconstrucción histórica en que abundan los simbolismos numéricos, fueron frustrados intentos de redención los de Abel, Noé, Abraham, Moisés y Jesús. Cada uno de éstos apareció en un momento particularmente adecuado o “de plenitud de los tiempos”. No se menciona al pseudoprofeta Muhammad.

En este desarrollo histórico, el papel de Jesús fue especialmente importante. Jesús nació sin pecado original y, según el libro, vino a ser el Segundo Adán, el auténtico Progenitor de la humanidad restaurada. Igual que el Primer Adán, Jesús necesitó una Mujer, una Segunda Eva. El Espíritu Santo fue para él tal Mujer, un Espíritu femenino destinado a ser la Verdadera Madre de la humanidad redimida.

En la obra, Juan el Bautista terminó dudando de que Jesús fuera realmente el Mesías, por lo cual la primera fase de la Salvación culminó en un fracaso. Las segunda fase del plan, que debía lograrse por el ayuno de los cuarenta días y el sufrimiento de las tentaciones en el desierto se frustró por segunda vez porque Satanás levantó contra Él al pueblo que, conducido por los sacerdotes y escribas, Lo rechazó. La tercera fase de la redención en la vida de Jesús es descrita como un intenso duelo entre Dios y Satanás. Satanás usó de todo su poder para matar a Jesús, esperando destruír así todo intento redentor, y Dios permitió que lo hiciera: Jesús murió crucificado y abandonado por Dios.

Es obvio hasta para el más obtuso de los creyentes cristianos que nada de esto es mencionado en la Biblia.

El Señor del Segundo Advenimiento

Lo relativo a este personaje está precedido, en “El Principio Divino”, de un complejo estudio de los preparativos para la Segunda Venida de Cristo, que comprenden aspectos no sólo religiosos sino también científicos, económicos y políticos. Según el texto, la situación de la humanidad se está acercando a una etapa en que podrá crearse una situación de universal libertad, igualdad y democracia, en que el cristianismo constituirá el centro religioso puesto que es la única religión que tiene como finalidad la redención humana, y en que se logrará finalmente la unidad de la familia humana, según el designio primitivo de Dios. Sin embargo, Satanás está obrando por su cuenta para lograr que se inicie su propio Reino en este mundo, representado por el Comunismo.

Según “El Principio Divino”, el Señor del Segundo Advenimiento debe haber aparecido ya hacia el término de la Primera Guerra Mundial (Moon nació en 1920). Nacerá, por otra parte, de madre humana; pero no será Jesús que regresa, sino una nueva persona humana, perfeccionada espiritual y físicamente.

Además, su nacimiento tendrá lugar en una nación oriental (obviamente, Corea). El pueblo de Israel dejó de ser el Pueblo Preferido de Dios, y las razones que el texto da para señalar a Corea como el lugar de aparición del Señor del Segundo Advenimiento son las siguientes:

  • Corea, en sus 4,000 años de existencia, ha sido siempre un país religioso y nunca ha dado señales de soberbia satánica pues jamás ha invadido ningún otro país.
  • Desde el tiempo de la dinastía Yi, ha existido en Corea una tradición profética relativa a que en ella aparecerá el Rey de Justicia.
  • Corea, con su división en dos Estados, constituye la frontera entre Dios (con una democracia heredera de Abel), y Satanás (con un comunismo heredero de Caín).

En cuanto a la persona misma del Señor del Segundo Advenimiento, Moon no deja lugar a duda alguna: el Mesías del Segundo Advenimiento es él mismo.

Moon no fue más que un demagogo y pseudoprofeta, y su libro no es otra cosa que un montón de mensajes que no tienen valor alguno comparado con otros libros "sagrados" más históricos, aunque no más reales.

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