Efecto ideomotor
Definiciones ampliadas |
Efecto ideomotor |
El efecto ideomotor (o ideomotriz) es un fenómeno psicológico en el que un sujeto realiza movimientos inconscientemente, de manera automática, desencadenada por un estímulo particular en la zona respectiva, que debe sobrepasar cierto umbral, de lo que se deduce que no depende de la especificación de un objeto para producirse (reflejos) similar a la piloerección frente a cambios térmicos. También se le conoce como efecto miokinético.
La gente que usa la ouija o que practica la radiestesia (o zahorismo) atribuye erróneamente los movimientos a fuerzas paranormales. Del mismo modo, otros fenómenos como la kinesiología aplicada, la psicografía y la "comunicación facilitada" pueden ser atribuidos al efecto ideomotor.
Aunque se ha demostrado que las personas se engañan a sí mismas, difícilmente pueden ser convencidas de que los desplazamientos simplemente se originan en sus mentes.
El término fue usado por primera vez, según la mayoría de las versiones, por William Carpenter alrededor de 1852 para explicar su teoría de que los movimientos musculares pueden ser independientes de los deseos y emociones conscientes.
Sesiones espiritistas
El efecto ideomotor también se ha visto en las sesiones espiritistas, cuando los movimientos musculares hacen que tiemble la mesa donde se encuentran los asistentes. Este fenómeno llamó la atención de Michael Faraday, el famoso físico Inglés. Faraday llevó a cabo una serie de ingeniosas investigaciones experimentales que establecieron que, a pesar de las protestas de los asistentes, los movimientos musculares involuntarios causaban que la mesa se moviera. Este fue uno de los primeros estudios sistemáticos del efecto ideomotor.
Todas las pruebas científicas posteriores, diseñadas y conducidas por William James, Michel Chevreul y Ray Hyman demostraron que algunos fenómenos atribuidos a fuerzas paranormales se deben en realidad al efecto ideomotor.