Dios

Mitología

Religiosa

El concepto teológico, filosófico y antropológico de Dios hace referencia a una suprema deidad. Dios es el nombre que se le da a un ser supremo omnipotente y personal en religiones teístas y deístas (y otros sistemas de creencias) quien es: o bien la única deidad, en el monoteísmo, o la deidad principal, en algunas formas de politeísmo, como en el henoteísmo.

La creencia en dioses es profundamente importante para miles de millones de personas. Pero puede ser que ayude si los creyentes reconocen el terreno común que comparten con los no creyentes. Cuando se trata de dioses, todo el mundo se muestra escéptico y todo el mundo es un no creyente. Es sólo una cuestión de grado. Los musulmanes en el Medio Oriente son escépticos endurecidos sobre los reclamos del hinduismo y el budismo. Ellos se apresuraron a señalar muchas razones de peso para dudar de las más extraordinarias afirmaciones de esos sistemas de creencias. Los judíos desestiman el mormonismo como una colección de afirmaciones totalmente infundadas planteadas por una fuente cuestionable. Los cristianos de América del Sur dicen que el Islam no aprueba el examen del análisis y la razón. Los católicos han explicado que los protestantes están fuera de curso y no han podido demostrar sus afirmaciones. Algunos protestantes dicen lo mismo de los católicos. Cuando se trata de religión, cada creyente es un escéptico. La única diferencia es que dejen de analizar, dudar, y hacer preguntas cuando sus pensamientos llegan a la puerta de su propia religión. Ahí es donde el pensamiento crítico termina y comienza la fe.

Si tan sólo los dioses hubieran hecho el esfuerzo de establecer claramente su existencia y comunicado sus deseos para todos en la Tierra. ¿Qué tan difícil puede ser eso para un dios? Pero sea que los dioses no son reales o que han optado por ser difíciles de alcanzar y completamente confusos, dejándonos pasar miles de años dudando, discutiendo, y masacrándonos unos a otros por diferencias religiosas. Este conflicto es imposible de escapar, dado el estado de la religión: Millones de dioses se ha dicho que son reales y ninguno de ellos ha demostrado existir. Y no puede haber ningún compromiso. Por lo menos, todo el mundo tiene que rechazar la mayoría de los dioses.

No hay ninguna persona en la Tierra -viva o en cualquier momento en el pasado- que quiera o pueda creer en todos los dioses. Es imposible creer en todos los dioses, porque nadie conoce siquiera a todos los dioses. Simplemente hay demasiados de ellos como para mantenerse al día. La gente ha declarado la existencia de tantos dioses durante los últimos miles de años que nadie ha sido capaz de mantener una cuenta exacta, y mucho menos los nombres y atributos de la lista. Estos dioses, y los cientos de miles de religiones que proclamaban que son reales, son demasiado contradictorios como para que puedan reconciliarse bajo un mismo techo. Jesús es el único camino al cielo, o no lo es. Alá es el único dios verdadero, sin hijo, o no lo es. Hay millones de dioses hindúes, o no los hay. Ramsés II, o fue un dios, o no lo fue. Zeus fue el máximo dios y realmente hizo caer relámpagos desde el Monte Olimpo, o no lo hizo. Uno o algunos de estos dioses pueden ser reales. Tal vez ninguno es real. De lo que sí podemos estar seguros es que no todos pueden ser reales al mismo tiempo. No es de extrañar que la creencia en los dioses haya sido una fuente de conflicto constante a lo largo de la historia.

Lo que podemos concluir de la multitud de reclamaciones por los muy diferentes dioses es que, al menos, la mayoría de los creyentes deben estar equivocados. O bien los politeístas se equivocan o los monoteístas están errados, por ejemplo. El hecho es que la mayoría de las personas hoy en día están perdiendo la marca cuando se trata de dioses y la mayoría de la gente en el pasado se equivocó también. Si el cristianismo es correcto y Jesús/Dios Padre/El Espíritu Santo son reales, entonces eso significaría que la mayoría de la gente viva hoy y la gran mayoría de personas que han vivido alguna vez se equivocaron. Si el Islam es verdadero y Muhammad estaba en lo correcto con respecto del Corán y Alá, entonces significaría que la mayoría de la gente viva hoy y la mayoría de las personas que han vivido alguna vez se equivocaron en el tema dios. Lo mismo es cierto para todas las religiones y todas las afirmaciones sobre dios. Si el infierno de alguien resulta ser verdadero, va a estar muy lleno. Y va a ser llenado en su mayoría con las personas religiosas que se escudaron detrás del dios equivocado.

Muchas personas piensan erróneamente que la popularidad del dios en que apoyan su fe, en general valida de alguna manera sus creencias. No es así. De hecho, las afirmaciones en conflicto de tantas creencias arroja sospechas sobre todos ellos. Si mi vecino puede estar equivocado, tal vez yo puedo estar equivocado. El cristianismo, por ejemplo, es una de las religiones más populares del mundo. Eso suena impresionante, pero alrededor del 70 por ciento de la población mundial son no cristianos. El hinduismo es de las principales religiones del mundo, pero sólo el 14 por ciento de todas las personas son hindúes. Estos sistemas de creencias minoritarias en conflicto no validan o ni se apoyan entre sí.

Plegarias

Las plegarias son las justificaciones más comunes para la creencia en un dios por parte de la gente en las diversas religiones de todo el mundo. Es interesante saber que las personas que defienden los muy diferentes sistemas de creencias serían casi siempre las que confían en el mismo montón de justificaciones. Por ejemplo, las plegarias contestadas, los milagros, las curaciones divinas y los sentimientos de alegría "demuestran" la existencia de un dios. Aquí hablamos de los cristianos en Europa y las Américas; Musulmanes en Siria, Jordania y Egipto; e hindúes en la India y Nepal.

Ni una sola afirmación sobre un dios o dioses tiene ventaja decisiva sobre todas las demás.

Desde el punto de vista del ateo, sin embargo, el enfoque es más nítido. El gran número de dioses en que los seres humanos han creído confiadamente desde los albores de la historia y probablemente de lo más profundo de la prehistoria, sugiere una sola cosa: que somos una especie inventora de dioses. Vemos seres divinos en todas partes y luego imaginamos que conocemos sus deseos. El hecho de que nunca ha habido un consenso sobre quiénes son los verdaderos dioses y qué es lo que quieren de nosotros nos da la pista sobre la fuente probable de nuestros cuentos.

Véase también

• Alá
• Jehová

Referencias y ligas externas

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