Cráneos de Paracas
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Los Cráneos de Paracas o Cráneos de Conehead son cráneos humanos deformes encontrados en Paracas, en el actual Perú. Son extremadamente alargados, llegando a tener una forma similar a los conos. La mayoría de los expertos están de acuerdo con que esta forma es resultado de un proceso de deformación artificial, muy común en varias culturas y bastante conocido entre los antropólogos. A pesar de eso, hay gente que considera que son cráneos pertenecientes a seres extraterrestres.
Descubrimiento
Los cráneos fueron encontrados en 1928 por el arqueólogo peruano Julio Tello en un sitio en la provincia de Pisco cerca de la costa sur de Perú. Más de 300 de estos cráneos alargados fueron descubiertos en un cementerio en la península de Paracas. La cultura Paracas se cree que data de alrededor de 800 a 100 AEC, donde construyeron sistemas de riego, tejieron textiles elaboradamente decorados y enterraron a sus muertos en tumbas de pozo reutilizadas durante largos períodos de tiempo.[1]
Conspiraciones y Ufología
Desde 2014, ha circulado una historia en torno a conspiraciones de alienígenas y OVNIS, aludiendo a que las pruebas de ADN realizadas en los cráneos en forma de cono en la región de Paracas muestran que son de origen extraterrestre. La extraña apariencia de los cráneos, junto con el extravagante reclamo continúa dándole patas a la historia, y siguió rondando a partir de mediados de enero de 2017:
Según los ufólogos: El director del Museo de Historia de Paracas envió cinco muestras de los cráneos de Paracas para someterlos a pruebas genéticas, y los resultados fueron fascinantes. Las muestras, que consistían en pelo, dientes y algunos fragmentos de huesos craneales proporcionaron detalles increíbles que han alimentado el misterio que rodea estos cráneos anómalos. El laboratorio genético al que se enviaron las muestras no recibió información sobre el origen de las calaveras para evitar "resultados influenciados".
Curiosamente, el ADN mitocondrial, que se hereda de la madre, mostró mutaciones desconocidas para cualquier hombre, primate o animal que se encuentre en el planeta Tierra. Las mutaciones presentes en las muestras de los cráneos de Paracas sugieren que los investigadores estaban tratando con un "ser humano" completamente nuevo, muy diferente del Homo sapiens, Neandertales o Denisovanos.
Aplicando una presión constante durante un largo período de tiempo, con el uso de herramientas antiguas, las tribus lograron realizar deformaciones craneales que se encuentran también en culturas antiguas de África. Sin embargo, si bien este tipo de deformación craneal cambió la forma del cráneo, no alteró el tamaño, peso o volumen craneal, todos los cuales son rasgos característicos de los cráneos humanos regulares.
Además, se menciona que los cráneos Paracas son por lo menos 25% más grandes y hasta un 60% más pesados que los cráneos de los seres humanos regulares.[2]
Algunos creen que la frente alta del cráneo es característica del llamado "gris alienígena" que a menudo se representa como seres de ojos grandes y cabeza grande en películas de ciencia ficción e incluso engaños.
Los arqueólogos, sin embargo, no están convencidos de la teoría alienígena, diciendo que los huesos pertenecían a un ser humano que vivió hace unos 2000 años.
Los científicos que compartieron fotos del descubrimiento dijeron que el cuerpo probablemente era del segundo o tercer siglo EC. También tienen una buena explicación para el cráneo de cabeza de conejo.
Los arqueólogos afirman que los restos pertenecían a una mujer de un asentamiento de 4000 AEC, y la forma de la calavera se puede atribuir a una tradición de la tribu a la que pertenecía.
Refutación
Brien Foerster
El anuncio en 2014 de que las calaveras tenían ADN no humano fue originalmente promovido por Brien Foerster: Foerster tiene pocas cualificaciones científicas que sean relevantes, pero tiene una compañía de viajes y fue un habitual en el muy poco histórico programa de History Channel, Ancient Aliens, el museo es una compañía privada -propiedad de un hombre que tampoco posee credenciales científicas-, que no es una institución académica, y los resultados no se anunciaron en ninguna revista revisada por pares, sino en Facebook. Sospechosamente, el genetista que supuestamente realizó las pruebas, se negó a revelar su identidad y Foerster la mantuvo en secreto.[1]
Forma de los Cráneos
Mientras que Foerster afirma que la capacidad de la cráneos es demasiado grande para el Homo sapiens, este no es el caso: los cráneos de Paracas tienen una capacidad media de 1600 cm3 y la gama humana es de hasta 1800 cm3 y, por tanto, están dentro del rango de distribución normal.[3]
ADN
En el mejor de los casos, no es concluyente. El ADN se identificó como humano, pero con anomalías; anomalías que pueden ser causadas por cualquier cantidad de contaminantes o defectos en el proceso. Podría ser que este ADN en realidad ofrezca resultados inusuales, pero lo único que se puede decir al respecto es que requiere más estudio. El sensacional lanzamiento de información no confirmada y no verificable como esta, en un programa de radio, no merece la atención que ha recibido esta historia.
No encontramos fuentes académicas creíbles ni publicaciones que corroboren la afirmación de que el ADN extraído de los cráneos hallados en Paracas no era de origen humano, o lo suficientemente anormal como para justificar su estudio. Los antropólogos conocen bien la práctica del alargamiento intencional de los cráneos, y si bien los académicos pueden debatir la motivación que tienen ciertas sociedades para hacerlo, no existe un debate científico sobre si esas sociedades eran humanas.[4]
Referencias y ligas externas
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