Bertrand Russell
Bertrand Arthur William Russell | |
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Información Biográfica | |
País |
Reino Unido
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Lugar |
Trellech |
F. de Nacimiento |
18 de mayo de 1872 |
Fallecimiento |
2 de febrero de 1970 |
Información Personal | |
Ocupación |
Escritor y filósofo |
Afiliación |
Bertrand Arthur William Russell, 3er conde de Russell, OM, MRS fue un filósofo, matemático, lógico y escritor británico ganador del Premio Nobel de Literatura y conocido por su influencia en la filosofía analítica, sus trabajos matemáticos y su activismo social. Contrajo matrimonio cuatro veces y tuvo tres hijos.
Russell fue un conocido pacifista durante la Primera Guerra Mundial, lo que acabó llevándolo a la cárcel durante seis meses por la publicación de artículos y panfletos.
Pensamiento
En opinión de muchos, Bertrand Russell posiblemente haya sido el filósofo más influyente del siglo XX, al menos en los países de habla inglesa, considerado como uno de los fundadores de la Filosofía analítica. Es también considerado uno de los dos lógicos más importantes del siglo XX.
Escribió sobre una amplia gama de temas, desde los derechos de las mujeres hasta el pacifismo. También polemizó sobre el control de natalidad, los derechos de las mujeres, la inmoralidad de las armas nucleares, y sobre las deficiencias en los argumentos y razones esgrimidos a favor de la existencia de Dios. En sus escritos hacía gala de un magnífico estilo literario plagado de ironías, sarcasmos y metáforas que le llevó a ganar el Premio Nobel de Literatura.
Russell adoptó los métodos de Guillermo de Ockham sobre el principio de evitar la multiplicidad de entidades para un mismo uso, la navaja de Ockham, como parte central del método de análisis y el realismo.
Religión y teología
Sobre la religión y la teología, la perspectiva ética de Russell y su valor personal para enfrentar controversias, ciertamente fueron formadas por su crianza y educación religiosa, principalmente la dada por su abuela paterna, que lo instruyó con el precepto bíblico «No sigas a la mayoría para obrar mal» («Thou shalt not follow a multitude to do evil») (en el Libro del Éxodo 23, 2), algo que ―según el propio Russell― lo había influido de por vida.
Sin embargo, en su vida adulta, Russell pensaba que era muy improbable que existiera un dios, y sostenía que la religión era poco más que superstición.
En su discurso de 1949, ¿Soy ateo o agnóstico? (Am I an atheist or an agnostic?), Russell expresaba su dificultad sobre si llamarse a sí mismo un ateo o un agnóstico:
- Como filósofo, si estuviera dirigiéndome a una audiencia puramente filosófica, debería decir que tendría la obligación de describirme a mí mismo como un agnóstico, porque no creo que haya un argumento concluyente con el cual uno demuestre que no hay un Dios. Por otra parte, si voy a expresar la idea correcta al hombre común en la calle, pienso que tendría que decir que soy un ateo, porque cuando digo que no puedo probar que no existe un Dios, debería igualmente agregar que no puedo probar que no existen los dioses homéricos.~Bertrand Russell. Collected Papers, vol. 11, p. 91
Aunque más tarde cuestionaría la existencia de Dios, en sus años de estudiante, aceptaba completamente el Argumento ontológico:
- Durante tres o cuatro años fui hegeliano. Recuerdo el momento exacto en el que adopté esta doctrina. Fue en 1894, mientras caminaba por Trinity Lane (en la Universidad de Cambridge, donde Russell estudiaba). Había salido a comprar una lata de tabaco. A la vuelta la lancé repentinamente al aire, y exclamé: «¡Cáspita, el argumento ontológico es sólido!»~Bertrand Russell: Autobiografía (1967)
Esta cita ha sido utilizada a lo largo de los años por muchos teólogos, tales como Louis Pojman en Filosofía de la religión, para convencer a los lectores de que incluso un conocido filósofo ateo defiende este argumento sobre la existencia de Dios.
Russell hizo también un influyente análisis de la Hipótesis Omphalos (Omphalos Hypothesis) enunciada por Philip Henry Gosse ―que cualquier argumento que defienda que el mundo fue creado ya en movimiento (Dios habría creado un mundo ya evolucionado, con montañas, desfiladeros, o el ejemplo del ombligo, omphalos en griego, en Adán y Eva) podría aplicarse tanto a un planeta Tierra de unos cuantos miles de años de edad así como a uno originado hace cinco minutos.
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