La Atalaya
| Publicaciones propagandistas |
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| La Atalaya |
El nombre completo de esta nociva revista es La Atalaya, Anunciando el Reino de Jehová. Es una revista propagandista que pertenece a los Testigos de Jehová y es editada por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
Polémica
En la edición del 1 de febrero de 1996, se hace una apología a la muerte de Dan Christian Andersen de 15 años de edad, quien murió a causa de la leucemia en el verano de 1993 tras haber rechazado una transfusión de sangre. La nociva revista hace aparecer a Christian Andersen, virtualmente como un santo. La Atalaya cita falsamente a quien fuera el Ministro de Salud Danés, Torben Lund, al poner en su boca que los doctores que atendieron el caso, habían cumplido con su deber “respetando la decisión madura y las creencias bien fundamentadas de Dan”.
Poco después, el ex ministro de Salud desmintió a los Testigos de Jehová: “Jamás he dado una afirmación positiva acerca de los Testigos de Jehová ni sobre sus puntos de vista sobre las transfusiones de sangre. Al contrario, encuentro a esta secta criminal”[1].
Más acerca de esto
En La Atalaya del 1 de abril de 1960, en la página 223, apareció una pregunta de los lectores con respecto al almacenamiento de la sangre dentro de un circuito, sea en un proceso de hemodilución inducida o una maquina cardiopulmonar. La respuesta de la editorial fue:
Aunque no es bíblico que el cristiano acepte la sangre de otra persona en transfusión, ¿sería permisible que el cristiano dedicado hiciera que cierta cantidad de su propia sangre le fuera sacada y luego puesta de nuevo en su cuerpo durante una operación?
"...El uso de algún aparato mediante el cual la sangre se desviara de modo que no circulara por cierta área u órgano sino que lo pasara por alto temporalmente durante la intervención quirúrgica sería bíblicamente permisible, porque la sangre estaría fluyendo del cuerpo de uno por medio del aparato y estaría regresando inmediatamente al cuerpo. Por otra parte, si la sangre fuese almacenada, aun por un breve período de tiempo, esto sería violar las Escrituras."
...Y obviamente, al suceder esto, el Testigo de Jehová podría terminar en un proceso y ser expulsada de la congregacion.
No obstante, en marzo de 1989, en las páginas 30 y 31; dice que ya se puede aceptar un almacenamiento breve en un circuito cerrado, aunque lo dicen en una forma sutil, sin que el lector note el cambio:
"Sin embargo, otro cristiano (quien tampoco permitiría que sangre que se hiciera fluir de su persona fuera almacenada por algún tiempo y después volviera a introducírsele en el cuerpo) pudiera concluir que un circuito con recuperación en una operación, con la subsiguiente reinfusión, no violaría su conciencia educada. [...] Cada cristiano, al enfrentarse a una cuestión de esta índole, tiene la responsabilidad de obtener detalles del personal médico y entonces tomar una decisión personal."[2]
Como se puede ver, los Testigos de Jehová se la pasan haciendo cambios en su doctrina, no para adaptarse a los tiempos modernos, si no para no verse como una secta destructiva de una manera deshonesta.
El tema de los transplantes de órganos es más grave. Antes del año 1968 fue permitido aceptar un transplante de órgano. Sin embargo, el 15 de abril de 1968, página 254, se prohibió completamente el recibir un órgano necesitado declarando que esa práctica es una forma de canibalismo, ya que "...los que se someten a tales operaciones están viviendo así de la carne de otro humano. Eso es caníbal"[3].
Referencias y ligas externas
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