Ángel Salas Cuevas
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Ángel Salas Cuevas | |
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Datos de interés | |
Nombre Real |
Ángel Rubén Salas Cuevas
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País |
![]() México
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Fallece |
1 de diciembre de 2011
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Afiliación | |
Ocupación |
Físico |
Acusado de |
Charlatán homeosectario
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Ángel Salas Cuevas fue un físico mexicano que apoyó fervientemente pseudoterapias[1] como la Homeopatía[2] y otras pseudociencias. Creyó aportar elementos para explicar el papel fisicoquímico y electromagnético de la aguja de acupuntura,[3] sin embargo, sus datos especulativos jamás fueron publicados en ninguna revista científica reputada.
Antecedentes
Salas Cuevas tuvo dos currículos, uno científico y respetable, y otro no tanto. Dentro del currículo magufo de Salas Cuevas se encontraba el ser
- Investigador en las inexistentes bases científicas del medicamento homeopático
- Premio Nacional Similla por los Cristales Líquidos
- Promotor del Programa Inter-Institucional Chapingo-Homeopatía IPN (Instituto Politécnico Nacional), para el desarrollo de una Industria de Medicamentos Homeopáticos
- Profesor-Investigador del Instituto Tomás Alcocer de Medicina Tradicional China
- Consultor Externo, Medicina Tradicional y terapéuticas Alternativas por la 'Secretaria de Salud de México
- Miembro del Comité Revisor de la Validación en la Terapéuticas Alternativas de la misma Secretaría.
Salas se presentaba en congresos de pseudoterapias y pseudociencias cuando abandonó la Ciencia verdadera por tonterías sin sentido. Dio apoyo a la Agrohomeopatía.
Estudio homeopático dudoso
En junio de 1989 publicó el pretencioso artículo "Investigación de la resonancia magnética nuclear en el medicamento homeopático". Salas Cuevas propuso un mecanismo de acción a través de la pseudoteoría de los cristales líquidos homeopáticos. En ciencia, los cristales líquidos son sustancias que comparten características de los líquidos y los sólidos y son materiales que presentan al menos una fase intermedia entre la líquida isótropa y la sólida cristalina, en función de la temperatura y/o de la concentración en un determinado disolvente.[4]
En su artículo aseguró que las muestras "elaboradas con técnicas apropiadas, según lo establecen las reglas de la Farmacología Homeopática, muestran la presencia indirecta del medicamento homeopático por la inducción del soluto en el solvente, explicándose esto por la teoría de los sistemas dispersos, de tal forma que la acción medicamentosa permanece en el medicamento, aunque su dilución vaya mas allá del número de Avogadro, porque entre soluto y solvente, se produce un estado de cristal liquido plenamente identificable, estable y con características propias".
Salas Cuevas sometió a distintos medicamentos dinamizados a la prueba de resonancia magnética nuclear, y comparó los resultados con un lote de control formado por muestras de agua y alcohol. Los resultados le permitieron concluir lo siguiente:
- Los espectrogramas de los medicamentos homeopáticos eran diferentes a los del agua y el alcohol.
- Los espectrogramas de un mismo medicamento homeopático a diferentes potencias eran muy parecidos entre sí, aunque con algunas variaciones.
- Los espectrogramas de medicamentos homeopáticos obtenidos de distintas sustancias eran diferentes entre sí.
Salas Cuevas sugirió que este fenómeno se debía a “la formación de enjambres de partículas que determinan un estado de cristales líquidos[…]. Los enjambres tienen dimensiones diferentes según el soluto que se haya añadido”.[5]
Hasta el momento nadie más ha llegado a las mismas conclusiones que Salas. Nunca se replicaron los resultados, ni fueron publicados en una revista científica reputada, ni siquiera en una homeopática internacional como la Revista Homeopathy. Dada su condición de homeosectario, puesto que pertenecía a la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, entró en un serio conflicto de intereses. Aún y con todo eso, recibió apoyo del gobierno mexicano y recibió el premio del año, por la industria química farmacéutica homeopática,[6] y por nadie más.
En 2004, creyó que seguramente "en el inmediato futuro habremos de incluir las nonactomolares, que estarían hasta 10-27, que sería la miliyoctamolar; y las microyoctamolares en 10-30, la que a su vez sería la doble microyoctamolaren 10-60 y así sucesivamente..." por lo que preparó unas líneas en el rubro de bases supuestamente científicas de las altas disoluciones de la terapéutica homeopática, más allá del Número de Avogadro ahora en el Sistema Internacional de Unidades.[7] Huelga decir que esto no ha sucedido, al menos en lo que se refiere a darle cientificidad a una pseudociencia como la homeopatía.
Antes de su muerte participó en el pseudocientífico 4º Congreso Internacional de Aromaterapia y Medicina Aromática en 2008.[8]
El Sexto Foro Interinstitucional “Perspectivas de la Homeopatía en la Salud Humana, Sanidad Animal y Vegetal en el Siglo XXI” (auspiciado por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma de Chapingo), en el 2009, se realizó en memoria de Salas Cuevas, por el fuerte impulso al desarrollo de la pseudociencia de la homeopatía en México.[9]
La historia de la investigación de las propiedades físicas del agua que podrían ser útiles para la homeopatía es larga y desafortunada: la memoria del agua, cristales de hielo eléctricos, cristales líquidos, agrupamiento del agua, análisis de resonancia magnética nuclear de preparaciones homeopáticas, y el más reciente de estos, análisis de termoluminiscencia para la homeopatía. Desafortunadamente, el resultado de tal esfuerzo siempre ha sido el mismo: más tarde se demuestra que los estudios no son replicables, que son producto de contaminación, error o simplemente fraude directo; además, no agrega nada al conocimiento científico y médico. Pero los homeosectarios eligen olvidar los fracasos pasados y se aferran a otro estudio no cegado, posiblemente contaminado, aún no replicado, como si fuera una evidencia sólida.
Referencias y ligas externas
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